El Reino Unido ha mantenido el apoyo al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, pero crece la presión para que defina sus próximos pasos ante el régimen de Nicolás Maduro.
Después de reconocer en enero de 2019 como presidente encargado de Venezuela a Guaidó, entonces líder de la Asamblea Nacional, el Reino Unido, en línea con Estados Unidos, creó una controvertida Unidad de Reconstrucción de Venezuela con la presunta misión de impulsar sus intereses ante un posible cambio de régimen en Caracas.
Con el nuevo contexto en el país suramericano y la UE y a la espera de que se pronuncie el presidente estadounidense, Joe Biden, quedan en el aire ese proyecto y el futuro respaldo al dirigente de la oposición, lo que a su vez incidirá en el desenlace del litigio en curso por el control del oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra (BoE).
El secretario de la Campaña de Solidaridad con Venezuela y experto en asuntos latinoamericanos de la universidad inglesa de Middlesex, Francisco Domínguez, ve “insostenible” la postura británica después de que Maduro asaltara la Asamblea Nacional con un fraude electoral, al que Guaidó no se presentó y cuya validez cuestiona parte de la comunidad internacional.
Sin embargo, en entrevista con EFE, Julio Borges, comisionado presidencial para las relaciones exteriores, confió en que Londres haga ahora de “puente” entre Washington y Bruselas para continuar promoviendo la salida del mandatario chavista.
Por su parte, el ministerio británico de Exteriores rechazó hacer declaraciones para explicar su estrategia.
LA UNIDAD DE RECONSTRUCCIÓN DE VENEZUELA
Uno de los aspectos más polémicos de la política del Gobierno conservador hacia Venezuela es la creación de esa unidad especial en el Foreign Office, cuya existencia reveló el pasado mayo la web de noticias “The Canary”.
En respuesta a una pregunta parlamentaria laborista, el Ejecutivo admitió en junio que la había organizado ante “la precaria situación económica y humanitaria” en el país caribeño, y aseguró que había informado al régimen de Maduro -lo que este desmintió-.
Documentos obtenidos por el portal al amparo de la Ley de libertad de información expusieron contactos entre miembros de la unidad, supuestamente dirigida por el exembajador en Caracas John Saville, y la oposición venezolana, en particular la entonces representante de Guaidó en Londres, Vanessa Neumann.
Según esas fuentes, Neumann habría ofrecido a los británicos eventuales ventajas comerciales a cambio de asistencia política e incluso planteó que Venezuela podría renunciar a su histórica reivindicación sobre el rico y disputado territorio de la Guayana Esequiba.
Desde su exilio en Colombia, Borges asegura a EFE que la exrepresentante, que dimitió en diciembre, hizo por su cuenta esa oferta, que causó gran revuelo en Caracas: “Eso ella no lo consultó con nadie y estoy seguro de que fue una idea unilateral de ella; un dibujo libre, como decimos nosotros“, declara.
Según Domínguez, con sus maniobras diplomáticas “el Reino Unido se posicionó para participar del pillaje o saqueo colonial que se produciría en Venezuela si cayese o hubiese caído el Gobierno de Maduro“.
En su opinión, el Gobierno británico, que suele seguir “en prácticamente todo” la política exterior de EE.UU., se sumó al plan de cambio de régimen auspiciado por el expresidente Donald Trump tanto por ambición económica como por una “hostilidad ideológica” hacia el régimen socialista.
EL LITIGIO POR EL CONTROL DEL ORO
A quién reconoce el Ejecutivo de Londres como líder de Venezuela -Guaidó o Maduro- es clave para que la Justicia inglesa determine próximamente qué bando político puede acceder a los activos venezolanos custodiados en el Reino Unido.
Según dice a Efe Sarosh Zaiwalla, fundador del bufete que representa a la Junta del Banco Central de Venezuela designada por Maduro -presidida por Calixto Ortega-, hay “pruebas indirectas” de que el Gobierno ‘tory’ “pudo influir” en la decisión del BoE, que es independiente, de no entregar las reservas de oro que en 2019 reclamó Ortega.
Uno de estos indicios, apunta, se halla en el libro “The Room Where It Happened” del antiguo asesor de Trump John Bolton, que revela que el exministro británico de Exteriores Jeremy Hunt se mostró “encantado de cooperar” con los planes de EE.UU. contra Maduro, con medidas como “congelar los depósitos de oro venezolanos en el Banco de Inglaterra, para que el régimen no pueda venderlo a fin de mantenerse“.
En la conversación telefónica con Efe, Borges admite que el Reino Unido ha asistido a la oposición como parte de un arraigado compromiso con “la democracia en Venezuela”.
“Hoy también esa relación es especial, hay asuntos importantes como es la protección de los activos de los venezolanos para que no caigan en manos de Maduro, y ahí también Inglaterra ha tenido una posición muy firme“, manifiesta.
El canciller de Guaidó espera que Londres mantenga su reconocimiento del líder opositor y confía en que lo haga también Biden, a fin de construir “un solo bloque internacional, del mundo libre, para presionar quizás aún con más fuerza a Maduro”.
Con información de EFE