ALTO ¿YA NO HAY QUÉ ROBAR?
A 19 años de haber despedido a los ejecutivos, gerentes y trabajadores de PDVSA y haber pulverizado, destruido, saqueado y convertido en chatarra la que fue una de las 5 petroleras más respetadas y productivas del mundo, el régimen (¿aún chavista?) de Nicolás Maduro -y tras un año de indecisiones- decidió aceptar la “propuesta de reestructuración de Petróleos de Venezuela de marzo de 2020”.
El enunciado de antecedentes pareciera ser una excusa para acometer dicha acción en la quebrada Petróleos de Venezuela: “Actualmente la producción de petróleo de Venezuela dejo? de ser estratégica para el mundo en vista de la existencia de nuevos productores y la decadencia de la producción nacional. Ante esta situacio?n, para lograr el objetivo de incrementar la produccio?n y devolver a Venezuela el rol protago?nico en el mundo petrolero, se hace necesaria y urgente la reestructuracio?n de Petro?leos de Venezuela S. A. (PDVSA )”.
El objetivo, según el documento es: “Presentar ante la Comisión Presidencial Ali? Rodríguez Araque una propuesta de reestructuración de PDVSA estableciendo como única prioridad en su gestión, la recuperación en el menor tiempo posible de al menos 1 millón de barriles en la producción de petróleo crudo y gas.
La propuesta está basada en la reorganización del sector de exploración, producción, transporte, almacenamiento, transformación y comercialización de hidrocarburos de Petróleos de Venezuela S. A. y la simplificación de su estructura, eliminando su participación en negocios no petroleros; ello con la finalidad de adaptarlo a las nuevas realidades y exigencias nacionales y mundiales para alcanzar los objetivos productivos encomendados por el Ejecutivo Nacional; para lograr esto de manera eficaz se deben implementar, a la brevedad posible, las siguientes recomendaciones…”. Allí vienen los distintos enunciados.
Los empoderados hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, más el ministro Tarek el Aissami (quien ha estado dedicado a recuperar las refinerías y por ello su ausencia mediática) han sido los encargados de coordinar y aprobar la reestructuración que se emprendió tras la salida del general Manuel Quevedo como ministro de petróleo y presidente de PDVSA. Su presidencia ha sido la más nefasta y corrupta en la historia de la petrolera y echó por tierra las apetencias del ministro de la Defensa de que otro militar la presidiera.
Recuerda uno al general Rafael Alfonzo Ravard, quien fuera el honesto y brillante primer presidente tras la nacionalización de la industria por el presidente Carlos Andrés Pérez.
Puedo decir, grosso modo, que:
? Fusionarán PDVSA con CVP.
? Irán a la eliminación de la participación de PDVSA en negocios no petroleros.
? Prevén venta, liquidación o cierre de las establecidas PDVSA marina, naval, agrícola, salud, industrial, astilleros y tubos, por solo mencionar algunos. Otros serán PDVSA TV, Desarrollos Urbanos, Ingeniería y Construcción y Gas Comunal, Servicios Unidos Petroleros y PDVSA Social.
? La venta de las participaciones en PDVSA América incluirá las filiales en Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Argentina.
? Rediseñan la nueva configuración del negocio petrolero aguas arriba, intermedias y bajas.
? Se modifican drásticamente la comercialización y los acuerdos de operación. Recuperar las refinerías bajo un nuevo modelo de negocio es primordial.
? Reducción progresiva del subsidio a los combustibles y modificación a la regalía.
En fin, una serie de medidas que corrijan los errores cometidos ex profeso con el fin de exprimir a la otrora gallina de los huevos de oro. El peligro es que con la empresa en estado paupérrimo pudieran aceptar cualquier ofrecimiento en su desmedro…
MEDIO ¿Y EL ESEQUIBO SE PERDERÁ?
El 26 de enero de 2021, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, advirtió sobre las “históricas ambiciones del imperialismo británico” de proyectar la usurpación de territorio venezolano hasta Punta Barima, localidad ubicada en las costas del estado Delta Amacuro. A través de su cuenta en Twitter, Padrino López escribió: “El imperialismo británico proyectó siempre su dominio a Punta Barima, ya que le era de gran valor militar y expedito acceso a las entrañas de la patria a través del Orinoco para apropiarse de nuestras riquezas. No perdamos la perspectiva geoestratégica y la amenaza que representa”.
Algo similar expresó en las reuniones del Consejo de Defensa y Seguridad de la Nación, donde reiteró, precisamente, que la fuerza militar venezolana está desplegada hasta la mencionada Punta Barima. Aunque tarde, después de un aciago reposo de unos años, ese Consejo que según lo reseñado en el artículo 38 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación “tiene la competencia para definir todo lo relativo a la seguridad integral, incluyendo la asesoría de los sistemas de inteligencia, protección civil y demás organismos de seguridad ciudadana del Estado venezolano”, comenzó a realizar reuniones con académicos y diplomáticos de carrera, venezolanos, con amplia experiencia en el tema.
Recordemos que el Consejo se instala para discutir “los temas de Defensa y Seguridad de Venezuela frente a amenazas internas o externas que atentan contra la estabilidad y paz del país…”.
¿ELUCUBRACIONES ROJAS?
En medio del apresuramiento ante las perspectivas de perder el Esequibo (bien por abandono, errores diplomáticos o el acuerdo de Fidel Castro con Hugo Chávez), algunos dirigentes rojitos han tenido la osadía de plantear un enfrentamiento militar, invadiendo el territorio en reclamación.
Los improvisados estrategas se cayeron de la mata cuando se les explicó que el territorio en reclamación, nuestro Esequibo, está ocupado por Guyana y las empresas petroleras transnacionales, tras Hugo Chávez haberles dado permiso para explorar el terreno y buscar petróleo para así “ayudar al vecino pobre” como lo planteó Cuba en su momento.
Durante el gobierno de Hugo Chávez el diferendo se archivó, en parte debido a las buenas relaciones entre el fallecido presidente venezolano y Georgetown. Como una forma de aumentar su influencia entre los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), con los que firmó benevolentes tratados de intercambio comercial bajo la figura de Petrocaribe, Chávez cambió la política hacia Guyana.
Durante la última década Guyana ha podido explotar la zona en consorcios con trasnacionales no solo estadounidenses, francesas, holandesas y brasileras, sino también chinas. La lista: PetroChina Co, Sinochem International, China Offshore Oil, ExxonMobil Corp, BP Plc, Total SA, Royal Dutch Shell, Lukoil, Equinor, Petrobras; así como las firmas comerciales Mercuria Energy, Vitol, Glencore and Freepoint Commodities. Lo que bien Fidel le “sugirió” en La Habana. Hoy hasta Cuba y los No Alineados respaldan a Guyana en su reclamación.
Otro fruto de Hugo Chávez en sus sueños realizados a costa de todos los venezolanos para “pasar a la historia”. Lo logró, pero a costa de destruir el país y convertirlo en pobre y controlado por bandas criminales…