Problemas en los ascensores, inundaciones y ruidos y crujidos en la estructura son tan solo algunas de las denuncias que los residentes del edificio han hecho a los constructores.
Por infobae.com
Sin embargo, los problemas que ahora presenta el rascacielos hacen temer a sus residentes y a los habitantes de Nueva York. Vivir en el lugar que antes parecía un sueño ahora se tornó en una pesadilla.
El edificio ubicado entre las calles 56 y 57 de Park Avenue cuenta con todo tipo de comodidades: un restaurante privado, gimnasio, estudio de yoga y pilates, sauna, salón de fiestas, piscina cubierta y una sala de cine.
No obstante, muchos de sus propietarios, quienes pagaron sumas astronómicas por sus departamentos, denunciaron a los constructores.
El 432 Park Avenue presenta fallas de plomería, que han costado millones de dólares en reparaciones, averías constantes de los ascensores y grietas y crujidos en las paredes.
En conclusión, todos los problemas parecen remitir a la altura del edificio y fallas estructurales que los ingenieros de la obra no contemplaron.
La construcción del rascacielos, que se destaca con su estructura esbelta en la maraña de edificios en la isla de Manhattan, costó 3.100 millones de dólares.
Entre sus residentes más conocidos está el magnate saudí Fawaz Alhokair, quien compró un penthouse en el piso 96 por 88 millones de dólares, y Jennifer Lopez y Alex Rodriguez, que compraron un departamento en el 2018 y un año más tarde lo pusieron venta.
Los dueños de los departamentos se encuentran frente a un dilema, seguir adelante con sus denuncias pero que estas no devalúen la fortuna que pagaron por su propiedad, informó The New York Times.
“Estaba convencida de que sería el mejor edificio de Nueva York”, dijo Sarina Abramovich a The New York Times. La propietaria de un departamento en el lujosos rascacielos agregó: “Todavía lo venden como un un regalo de Dios, y no lo es.
Una de las empresas a cargo del desarrollo del proyecto, CIM Group, aseguró que la construcción y diseño del edificio fue exitoso, tanto así que todos los departamentos se vendieron rápidamente.
“Como toda nueva construcción, hay algunos inconvenientes con el mantenimiento”, dijo la compañía al diario estadounidense.
Por su parte, la empresa a cargo de la construcción informó que se comunicó con los desarrolladores para tratar algunas de las quejas de los residentes, las cuales supuestamente estarían evaluando.
El plan de Sarina y su esposo Mikhail Abramovich, quienes compraron un departamento de 325 metros cuadrados que costó unos 17 millones de dólares, era estar más cerca de sus hijos. Sin embargo, las decepciones luego de la compra no se hicieron esperar. Cuando dejó su hogar en Londres en el 2016 y se mudó a la Gran Manzana esperaba que su nueva propiedad estuviera terminada, pero cuando llegó seguía en construcción.
“Ellos me pusieron en un ascensor de carga en donde estaba rodeada de acero y otros materiales, y tenía puesto un casco de construcción”, contó la mujer.
Pero esa era solo la antesala a todo lo que venía. En el rascacielos luego se presentaron una serie de inundaciones que sucedieron por fallas en la construcción que los ingenieros y arquitectos no previeron. Esto afectó al departamento Abramovich, que sufrió daños estimados en 500 mil dólares.
Pero los Abramovich no fueron los únicos afectados, un propietario del departamento 84B denunció “una inundación catastrófica” que causó daños del piso 83 al 86, informó The New York Times.
Además, los residentes se quejaron de todo tipo de ruidos que produce la estructura del edificio. Y que el sistema para depositar la basura hace un fuerte sonido como una explosión.
Todos estos problemas dispararon el costo del seguro del edificio en un 300 por ciento.
Por otra parte, una consultora experta en ingeniería que contrató un grupo de propietarios encontró que un 73 por ciento de las instalaciones mecánicas, eléctricas y de plomería presentaban fallas de acuerdo con los diseños de los desarrolladores.