“La plaga sexual de las playas”, así llamaron los medios locales a Lindsay Moody, un hombre que acosó a 28 mujeres en Sydney tenía un modus operandi perturbador.
Por News
Traducción libre de lapatilla.com
Lindsay acosó a decenas de mujeres en las playas del norte de Sydney durante un reinado de terror de 21 meses ha sido encarcelada durante al menos 19 meses.
Un pequeño grupo de víctimas de Lindsay Kenneth Moody se sentó en el Tribunal Local de Manly cuando el hombre de 42 años fue sentenciado por 34 cargos, decidido a enfrentar al hombre que, según dicen, los obligó a vivir con miedo.
El trabajador de Frenchs Forest sollozó cuando el magistrado Bruce Williams lo sentenció a 30 meses de cárcel con un período de 19 meses sin libertad condicional.
Moody fue arrestado por la policía de Nueva Gales del Sur en septiembre del año pasado después que las fuerzas de ataques de Graffias se ubicaron en el lugar a fines de 2018 para investigar las denuncias presentadas por varias mujeres.
Moody se declaró culpable de 28 cargos de acoso, y Williams también asumió seis cargos de llevar a cabo un acto sexual con otra persona sin su consentimiento al sopesar su sentencia.
A Moody se le retiraron 17 cargos de acecho cuando compareció ante el tribunal.
El tribunal escuchó que todos sus delitos que tenían un modus operandi similar: Seguía a las mujeres que estaban caminando o haciendo ejercicio, les preguntaba la hora antes de hacer comentarios lascivos sobre sus pechos o nalgas.
“(Las víctimas) tuvieron que adaptarse por el miedo, en lugar de caminar libremente. La verdadera preocupación es que la gente sintió que tenía que vestirse de manera diferente, eso es algo en lo que tenían que pensar todos los días”, declaró el magistrado Williams.
La policía informó que los delitos ocurrieron en las playas del norte y algunos de los incidentes lo involucraron acercándose a mujeres mientras trotaban o hacían ejercicio alrededor de la laguna Narrabeen, y sus delitos abarcaron desde diciembre de 2018 hasta su arresto en septiembre del año pasado.
El tribunal escuchó que en ese momento estaba en libertad condicional habiendo sido condenado por atentado al pudor en 2017.
Además, Moody había sido diagnosticado con parafilia, que se describe como fantasías sexuales intensas recurrentes o comportamiento que puede involucrar a adultos que no consienten.
Williams leyó una parte de una carta que había escrito a sus víctimas en la que expresaba su remordimiento, diciendo que le gustaría “disculparse sinceramente” y que “me hago completamente responsable”.
Sin embargo, las víctimas cuestionaron la sentencia, y varias de ellas declararon a los reporteros fuera del tribunal que él les había hecho vivir con miedo y terror.
“Todas nos hemos afectado y llegó al punto en que no queríamos salir o cambiamos la forma de vestirnos”, dijo una víctima, que no puede ser identificada por razones legales.
Otro agregó que le habían diagnosticado un trastorno de estrés postraumático.
Todas afirmaron que querían enviar un mensaje a las mujeres de que si les pasaba algo similar, lo denunciaran a la policía.
“Todas las personas a las que se apuntaba eran mujeres que llevaban a cabo su vida diaria, hacían cosas aburridas, se ejercitaban en su vecindario local”, aseguro una tercera victima.