Delicada situación viven comerciantes de la ciudad de San Cristóbal, ante el aumento de cortes en el servicio eléctrico. Más allá del mal rato que pasan, el riesgo de pérdidas en productos perecederos, así como equipos es alarmante.
Por: Fabiola Barrera | La Prensa Táchira
Cada vez que hay una falla en el fluido, todos se ponen a correr, ya que no es solo el corte, sino los constantes bajones o fluctuaciones, que afectan y golpean aparatos, muchos de ellos imprescindibles.
Sin embargo, quienes trabajan con productos que necesitan mantener su cadena de frío, apelan a los cuartos fríos como única salvación de la inversión, ya que al no saber cuándo regresa el servicio eléctrico, el costo de mantener una planta por más de cinco horas encendida, se dispara, dado el precio del combustible.
“Aquí tenemos planta eléctrica, pero eso también es caro, porque el combustible es costoso, y eso no es un secreto para nadie. Aquí tenemos dos cuartos fríos y con ellos es que preservamos los productos terminados”, dijo Gladys Chacón de Martínez, propietaria de la quesera Valles de Holanda, en la vía a Peribeca.
Explica que si bien no se habían registrado nuevos cortes de electricidad, febrero cambió el panorama por completo, ya que hay días en los que se va la luz hasta por seis horas, siendo e peor día el pasado lunes 8 de febrero, cuando además de prolongados, fueron varios, los apagones.
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