El segundo juicio político a Donald Trump podría concluir el sábado, en un Senado estadounidense dividido que debe decidir si el expresidente incitó a sus partidarios a atacar el Congreso de Estados Unidos el 6 de enero en un último esfuerzo por mantenerse en el poder tras su derrota electoral de noviembre.
Trump es el primer presidente de Estados Unidos en ser sometido a un juicio político en dos ocasiones y el primero en enfrentarse a uno tras dejar el cargo. Si es condenado, el Senado podría votar para prohibirle volver a presentarse a las elecciones.
Sin embargo, la condena parece poco probable, ya que al menos 17 republicanos de la cámara de 100 escaños tendrían que unirse a los 50 demócratas para declarar culpable al expresidente.
Sólo seis republicanos votaron con los demócratas para seguir adelante con el juicio, rechazando el argumento de otros senadores de su partido de que la Constitución no permite al Congreso impugnar a un presidente que ya ha dejado el cargo.
Está previsto que el Senado se reúna a las 10 de la mañana hora de Washington (1500 GMT), por lo que la votación final podría darse por la tarde.
El juicio ha puesto de manifiesto el extraordinario peligro al que se enfrentaron los legisladores el pasado 6 de enero, cuando Trump instó a sus seguidores a marchar hacia el Congreso y “ponerse salvajes”, en un intento de evitar que los legisladores certificaran su derrota ante el demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales. Cinco personas murieron en el caos.
Hasta 10 republicanos podrían considerar a Trump culpable, según un asesor del Senado, lo que no alcanzaría a los 67 votos necesarios para la condena. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, que reprendió a Trump tras el ataque del 6 de enero, sigue siendo una incógnita.
Los legisladores de ambos partidos han dicho que les gustaría acabar con el juicio rápidamente para poder pasar a otros asuntos, como las votaciones de confirmación de altos cargos del gobierno del presidente Joe Biden y un paquete de ayudas de 1,9 billones de dólares para atender la crisis económica y sanitaria del coronavirus.
Reuters