Un misterioso suceso tuvo lugar en la ciudad californiana de San Francisco. Christopher Woitel, un programador de 50 años que había estado desaparecido desde enero, fue encontrado muerto dentro del edificio de apartamentos donde residía.
Por missionlocal.org
Woitel entró al edificio la noche del 8 de enero, pero las cámaras de vigilancia nunca lo captaron saliendo. Durante más de un mes, sus familiares y la Policía no lograron encontrarlo.
La causa de su muerte no está clara mientras la autopsia sigue pendiente. Tampoco ha trascendido en qué parte del edificio fue localizado el cuerpo del hombre. En el transcurso de ese mes, la Policía, el administrador del edificio y un investigador privado registraron infructuosamente el apartamento de Woitel, por lo que es poco probable que las fuerzas de seguridad lo encontraran dentro de su vivienda este lunes, según el medio.
La búsqueda
Una cámara de seguridad del interior del edificio grabó a Woitel subiendo las escaleras a su apartamento llevando una botella de vino antes de desaparecer sin dejar rastro. No hay evidencia de video que muestre que el hombre haya salido de su casa. La última vez que se comunicó con su madre a través de las redes sociales fue un día después de su última aparición en la grabación de vigilancia, el 8 de enero, y no se supo de él desde entonces.
La madre de Woitel denunció su desaparición el 13 de enero. Tras sentirse frustrada por la falta de progreso en la búsqueda, la familia contrató a un investigador privado, Scott Williams, para que examinara el caso.
A Williams se le dio acceso al apartamento de Woitel, donde encontró sus pertenencias intactas y sin signos de intrusión. Según el detective, el edificio de apartamentos tiene una puerta trasera, pero el video de vigilancia de esa área no captó que el programador se fuera por esa vía.
Una posible clave
En los días previos a su desaparición, los familiares dijeron que Woitel, quien había estado luchando contra la depresión, estaba actuando de forma paranoica. Expresó su preocupación por la posibilidad de que los partidarios del expresidente Donald Trump causaran disturbios en San Francisco y le dijo a su hermana que estaba escuchando explosiones y se sentía “inseguro”.
Una posible clave para comprender la repentina desaparición del programador, según su familia, es su relación con un hombre llamado Bood, un sintecho que Woitel conocía desde hace años y a quien a menudo le permitía quedarse en su apartamento. A fines de enero, Bood escribió en Facebook que sabía que Woitel estaba muerto y que lo habían “asaltado y robado por sus computadoras”.
Cuando Williams visitó a Bood en un campamento para personas sin hogar el 2 de febrero, el sintecho estaba en posesión del teléfono celular de Woitel y afirmó que se lo había comprado a él.
Según el detective privado, Bood aseguró tener habilidades psíquicas y le dijo que Woitel había recibido “disparos en la cabeza y fue envuelto en plástico” al ser robado por un grupo de hombres que después arrojaron su cuerpo a la bahía de San Francisco.
“Está claro que [Bood] sufre de una enfermedad mental y, como tal, podría estar delirando”, concluyó el investigador.