La franqueza y empatía del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, lo convirtieron en un ídolo al comienzo de la pandemia de coronavirus, en momentos en que el presidente Donald Trump enviaba mensajes contradictorios e ininteligibles.
Pero casi un año después, con Trump ya fuera de la Casa Blanca, la estrella de Cuomo parece estar palideciendo.
El gobernador, que se halla en su tercer mandato, se enfrenta a una creciente presión por las más de 15.000 muertes por covid ocurridas en hogares de ancianos.
Su gobierno se vio obligado a revisar la cifra al alza desde 8.500 muertes cuando un informe de la fiscal del estado de Nueva York señaló que había subestimado el número por varios miles.
A fines de la semana pasada, una alta consejera de Cuomo admitió en una llamada con legisladores estatales demócratas que habían retenido información porque temían ser investigados por el departamento de Justicia del gobierno de Trump.
El lunes, Cuomo admitió por primera vez que su gobierno había sido lento al difundir la información, y que ese atraso generó “escepticismo y cinismo, y teorías conspirativas que aumentaron la confusión”.
Pero no pidió perdón y negó acusaciones de encubrimiento de este asunto que está dañando su popularidad.
El legislativo estatal amenaza ahora con retirarle los poderes ejecutivos que le otorgó cuando la pandemia azotó a Nueva York en marzo pasado.
Un sondeo del Siena College Research Institute señaló el martes que un 51% de los residentes del estado aprueba la gestión de Cuomo, contra 56% anteriormente.
“La estrella ha caído bastante”, dijo Jacob Neiheisel, profesor de ciencia política de la Universidad de Buffalo, y destacó que hay “una reevaluación” de cómo Cuomo manejó la pandemia.
Las conferencias de prensa cotidianas de Cuomo fueron seguidas por millones de televidentes que buscaban información certera y ser tranquilizados, mientras Trump sembraba confusión contradiciendo a sus propios expertos.
Sam Abrams, profesor de ciencia política del Sarah Lawrence College, dijo que los estadounidenses se tornaron hacia líderes locales cuando la confianza en el gobierno federal “se hundió”.
Aunque Cuomo -hijo del exgobernador Mario Cuomo y un personaje de la política neoyorquina durante 40 años- era considerado “un bravucón y un arrogante”, fue “un estadista, un líder audaz y considerado, comparado con Trump”, añadió Abrams.
Algunos expertos vinculan el actual declive de su popularidad con la partida de Trump de la Casa Blanca.
– ¿Un cuarto mandato? –
“Ahora tenemos un gobierno en Washington que puede reflexionar sobre el covid de una manera honesta, escuchar a la ciencia y comunicar eficazmente”, dijo el experto en política de la Universidad de Columbia Lincoln Mitchell.
“No conozco a nadie, ni siquiera en Nueva York o Washington, que siga mirando sus conferencias de prensa”, añadió.
Cuomo no es el único demócrata que parece estar pagando el precio de una Casa Blanca más racional, que basa sus políticas en la ciencia.
Gavin Newsom, el gobernador de California y donde la pandemia arrasa desde hace semanas, aunque estuvo controlada en la primavera boreal, también ha visto caer su popularidad, subrayó Abrams.
Cuomo, que no es conocido por su modestia, fue asimismo blanco de críticas tras publicar en octubre su libro “Crisis estadounidense: lecciones en liderazgo de la pandemia de covid-19”, cuando el virus estaba lejos de ser controlado.
“Fue absurdo”, estimó Mitchell.
En pleno auge de la Cuomomanía el año pasado, algunos demócratas sugirieron que Cuomo debía reemplazar a Biden en la fórmula presidencial. Otros lo mencionaron como futuro fiscal general.
Ahora los expertos se preguntan si los actuales problemas de Cuomo alentarán al ala más a la izquierda del Partido Demócrata, con la que frecuentemente choca, a desafiarlo en las primarias si se presenta a un cuarto mandato en 2022.
“Su padre cumplió tres mandatos y perdió un cuarto. Creo que hay parte de Andrew Cuomo que quiere superar a su padre”, dijo Mitchell.
“Es un político muy poderoso, astuto, efectivo, así que posiblemente sea reelecto si se presenta otra vez”.
AFP