“Sin mis hermanos y hermanas congoleños, mi hemorragia interna probablemente me habría matado, y habría perdido mi pierna”, escribió la intérprete.
Por rt.com
La actriz Ashley Judd, que fue hospitalizada la semana pasada tras romperse una pierna al tropezar con un tronco en una selva de la República Democrática del Congo, ha compartido en su cuenta de Instagram fotos de su rescate en el que fue trasladada en una hamaca improvisada y en moto.
La mujer describió las 55 horas posteriores al accidente como “increíblemente angustiosas”, y contó que pasó cinco horas tumbada en el suelo de la selva con uno de sus colegas hasta que pudo ser evacuada. Durante ese tiempo, afirma que se desmayó varias veces a causa del dolor.
Judd luego pasó una hora y media en una hamaca mientras era sacada de la jungla por sus “hermanos congoleños, que lo hacían descalzos, subiendo y cruzando colinas, a través del río” para regresar hasta su campamento. Posteriormente fue transportada en una motocicleta durante seis horas para llegar a su próximo destino, con una persona conduciendo y otra detrás de ella sosteniéndola.
La actriz pasó la noche “en una cabaña” en la ciudad de Jolu antes de ser trasladada a la capital del país, Kinshasa, donde permaneció durante 24 horas y luego fue traslada a Sudáfrica para ser tratada en una UCI en ese país.
“Amigos. Sin mis hermanos y hermanas congoleños, mi hemorragia interna probablemente me habría matado, y habría perdido mi pierna. Me despierto llorando de gratitud, profundamente conmovida por cada persona que contribuyó con algo que da vida y salva el espíritu durante mi agotadora odisea de 55 horas”, escribió Judd.
“Dieumerci estiró su pierna y la puso debajo de mi pierna izquierda groseramente deformada para tratar de mantenerla inmóvil”, relató la actriz. “Estaba roto en cuatro partes y tenía daños en los nervios. Dieumerci (‘Gracias a Dios’) permaneció sentado, sin temblar ni estremecerse, durante cinco horas en el suelo de la selva tropical. Estaba conmigo en mi dolor primario. Fue mi testigo”, añadió.
“Y Papá Jean, con certeza comenzó a manipular y ajustar mis huesos rotos de nuevo en una posición en la que pudiera ser transportada, mientras yo gritaba y me retorcía”, agregó, al tiempo que agradeció a todas las personas que la ayudaron a superar su difícil trance.
