El régimen chavista de Nicolás Maduro pretende esconder una evidente irregularidad sobre la adquisición de vacunas para contrarrestar el avance del Covid-19 en Venezuela: Pagó a sobreprecio al menos 10 millones de dosis de Sputnik V pero reclama dinero a la comunidad internacional para cancelar una cifra muy inferior al mecanismo Covax de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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Maduro admitió este miércoles 17 de febrero que el Palacio de Miraflores “invirtió” al menos 200 millones de dólares en 10 millones de vacunas de fabricación rusa.
Lo curioso del tema es que, siendo así, cada dosis debió costarle a Maduro 20 dólares, el doble del valor indicado por la propia web de la Sputnik V.
El Kremlin, manejado por Vladimir Putin, además de ser el principal promotor de la Sputnik V, es un estrecho aliado político de Miraflores desde tiempos del fallecido Hugo Chávez. No sería la primera vez que se presentan irregularidades en los acuerdos económicos de Caracas y Moscú, denunciados en reiteradas oportunidades por la Asamblea Nacional presidida por Juan Guaidó.
En cuanto al mecanismo Covax, el cual había reservado para Venezuela entre 1,4 millones y 2,4 millones de dosis de AstraZeneca, el vocero chavista tiene una postura muy diferente. Maduro reclama al Banco de Inglaterra que ponga a su disposición la cuenta del Estado venezolano, pese a que el Gobierno británico no lo reconoce como mandatario legítimo, para acceder a dicho sistema de la OPS.
Según Maduro, “la combinación del mecanismo Covax, la vacuna rusa, china y cubana nos permita avanzar en el proceso de protección de nuestro pueblo”.
¿Otro chantaje del chavismo? Lo cierto es que a Venezuela solo ha llegado un primer lote de cien mil vacunas mientras supera los 134 mil casos y se acerca a las mil 300 muertes por Covid-19.
Con información de Reuters