El profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar ripostó el llamado a clases presenciales hecho por el propio Nicolás Maduro:
“Maduro señala que ahora en marzo habrá clases presenciales. Eso no es posible. Lo hemos decido en la FAPUV, después de concienzudos análisis, lo determinó en su momento la Asamblea Nacional, cuando las condiciones no habían alcanzado aun esta situación agónica. Sencillamente los deseos chocan violentamente con la realidad. No basta con que arrojen unas tablets. Los profesores no comemos aparatitos electrónicos. La verdad es que no hay nada que permita pensar en el cumplimiento de esa orden que además suscriben malamente algunas autoridades, quienes ahora, como en la USB, andan buscando lavarle la cara al régimen dando bonos también y atropellando derechos del mismo modo. No existen, debemos repetirlo, condiciones materiales, humanas ni físicas para clases virtuales ni, mucho menos, presenciales”.
“Son los sueldos que hace tiempo rebasaron la franja límite de la pobreza extrema. Redondeado el sueldo con los bonos no pasan de diez dólares al mes. Con eso no se sostiene alimentariamente el profesor siquiera, no alcanza para cubrir gastos, menos para sostener la familia. Luego se aumentan los riesgos con la salud del profesor, del trabajador y de los alumnos, con el virus haciendo estragos. El seguro dizque oficial no pasa de cinco millones. Eso es nada. Una burla más. El personsl académico debe protegerse y a su familia pagando un seguro. Para cancelar el seguro colectivo que tenemos los profesores por nuestra cuenta en la USB es preciso dejar el sueldo, los bonos y buscar como completar el pago, haciendo otras actividades extraacadémicas. Estamos obligados a dejar las clases, a abandonar la universidad. Para subsistir, para protegernos, porque el régimen impuso ese abandono. Dejó de lado toda responsabilidad laboral. La realidad, por chocante que sea, como es, se impone por sobre el régimen de las imposiciones”.
“En los próximos días volveremos a reunirnos en la Federación. Pero de no haber un giro de atención a los requerimientos laborales en general, que no lo vemos cerca, se imposibilitan clases de ningún tipo o modalidad, porque los universitarios tenemos que luchar antes por nuestra subsistencia y la de nuestras familias. El abandono de la universidad también es impuesto y forma parte sustancial de la política destructiva de este régimen despótico, criminal”.