Cientos de miles de residentes de Houston, Dallas y otras ciudades de Texas están sufriendo tanto de cortes de luz como de agua en medio de las tormentas invernales, así como fuertes destrozos en sus hogares, con tuberías que revientan, techos colapsados y pisos inundados. El duro clima en una zona poco preparada para afrontarlo ya dejó más de 30 muertes.
Por Infobae
“En las áreas con estas devastadoras acumulaciones de hielo los residentes pueden esperar que las condiciones de viaje sean peligrosas, que haya numerosos apagones y extensos daños en los árboles”, indicó el Servicio Meteorológico, que prevé nuevas tormentas.
Las compañías eléctricas de Texas implementaron apagones regulados para evitar el sobrecargo de las redes cuando los residentes encendieran la calefacción. De acuerdo a PowerOutage, más de 2,7 millones de clientes estaban sin electricidad para la tarde del miércoles en Texas, el único de los 48 estados continentales del país que tiene su propia red eléctrica independiente.
“La presión del agua es muy baja”, tuiteó el alcalde de Houston, Sylvester Turner. “Por favor no dejen el grifo abierto para evitar que las tuberías estallen”. Sus propias cañerías también reventaron tras congelarse.
David Hernández, de 38 años, pasó la noche en una iglesia de Houston con otras personas que huyeron de sus hogares.
“Mi auto se quedó varado y yo estaba tratando de dormir en el auto, pero hacía demasiado frío”, dijo Hernández. “Los líquidos de mi coche se estaban convirtiendo en hielo, así que era como dormir en una caja de hielo. Tenía que venir aquí”, dijo. “No tenía elección”.
Derrick Maxwell llegó a la iglesia con su pareja Ariel Edward, su bebé y otros familiares. “Hacía demasiado frío para estar en casa sin comida ni agua”, dijo Maxwell. “No podíamos cocinar, por eso vinimos aquí”.
Beto O’Rourke, un ex candidato presidencial demócrata de Texas, dijo al canal MSNBC que la situación es “peor de lo que se está escuchando”.
“La gente ha pasado días sin electricidad, están sufriendo (…) La capital energética de América del Norte no es capaz de proporcionar la energía necesaria para calentar y alimentar los hogares de las personas que viven en este gran estado”, agregó O’Rourke. “Estamos cerca de ser un estado fallido en Texas”.