La sorpresa que se llevaron los primeros que llegaron el jueves pasado a la playa de Nitzanim, al sur de Ashkelon, en Israel, fue mayúscula: encontraron el enorme cadáver de una ballena mutante de unos 18 metros de largo, tras gran tormenta que azotó esa zona del país.
Por Clarín
En principio se pensó que la muerte se relacionaba con una contaminación con alquitrán y crudo en esa zona, pero autoridades de Parques y Naturaleza de Israel confirmaron que el animal no murió sobre la arena. De acuerdo con su avanzado estado de descomposición, la bestia habría muerto dos semanas antes de ser encontrado y el agua lo arrastró hasta allí por la fuerza de la marejada.
De acuerdo con el sitio de noticias “Y net”, el especialista David Halfon afirmó que el animal era un macho de ballena de aleta. En total, estos animales pueden llegar a medir 20 metros y se trata del segundo animal más grande el mundo, detrás de la ballena azul.
Aviad Scheinin, de la Estación de Investigación Marina Morris Kahn, dijo que un equipo tomó muestras del animal para tratar de determinar la causa de la muerte.
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