Esta ensalada de título es producto de una ensalada de hechos y conceptos que me llevaron convertirlo en un collage de etiquetas.
¿Sobre las mujeres?
La violencia contra la mujer ha tomado un nivel agudo con los feminicidios ocurridos en el estado portuguesa: tres mujeres asesinadas brutalmente. Ahora bien, la violencia contra la mujer (y los niños) y el machismo de la sociedad venezolana no se combate desbaratando el idioma castellano con términos como presidente o presidenta, como si el “ente” que preside pudiera convertirse en “enta” cuando este término no tiene género y que sin embargo, se reflejó así en una de las constituciones con peor redacción de este planeta en tal sentido (la nuestra).
“El empoderamiento de la mujer” etiqueta de moda en los foros sobre emprendimiento y comercio de América latina, no debería ser un eslogan de cuanta fémina manda a escribir un libro de autoayuda con cualquier escritor de sombra y se toma 20 fotos de estudio, con los brazos cruzados y con “pose hombruna”.
El empoderamiento de la mujer tiene que ver con su influencia en la transformación y el desarrollo de la sociedad. Más aun en sociedades de paternidades laxas o irresponsables, donde la mujer lleva el peso social, económico y moral de la familia. Las sociedades latinoamericanas han evolucionado claro que sí, pero muy lentamente en materia de discriminación de género, y no parece que estemos realmente interesados en mejorar. Basta ver los niveles salariales y la participación en la jerarquía del trabajo de la mujer, para notarlo de inmediato. Y más allá de las películas donde Ricardo Montalbán hacía de “macho latino”, o sentirnos la “tapa del frasco” por la importancia cinematográfica de un hombre como Porfirio Rubirosa (el verdadero “James Bond”, “agente 007”), la verdad es bastante triste en esta materia.
En el caso de Venezuela las mujeres y los niños han sido las víctimas más fustigadas de la violencia de las políticas de estado del gobierno “protector” de Maduro. Hay quienes piensan que la medida más trascendental sería asegurar el 50 por ciento de los cargos públicos a las mujeres. Yo no creo que sea la solución (al menos no es suficiente), basta ver en EEUU tantos latinos en cargos públicos siendo más conservadores que los propios blancos caucásicos originarios de Inglaterra e Irlanda, por ejemplo. Muchos hasta reniegan de su origen latino. Creo que se requiere una revolución cultural.
¿Los lampiños?
También la masculinidad (no confundir con machismo) ha sido fuertemente atacada por la industria de la televisión, el cine y la música. Ya advertía a finales de los noventa mi hermano de la vida Miguel Echeverría, Dios lo tenga en su manto, que la imagen masculina había dado paso a la imagen andrógina simulada “en lo lampiño” y hombres con gestos femeninos. Más nunca salió una barba o un bigote o vellos en el pecho en las películas desde esa fecha. Recién algún personaje de “DC Comics” con vellos en el pecho. Hasta una película de “Blanca Nieves” donde Julia Roberts hace de “la bruja” hace la burla a los vellos pectorales. Ser masculino es ser gentil con las damas no agresivo. Y la belleza estética del hombre no está peleada con los vellos. Gracias a Dios también en el deporte desde hace algunos años esta situación está siendo revertida.
¿La generación de los idiotas?
Término que le escuché a Agustin Laje (politólogo, periodista y escritor argentino. Ha participado en medios de comunicación tales como La Prensa, Infobae, La Voz del Interior, Perfil, la revista FORBES. Director de la Fundación Centro de Estudios LIBRE, una organización no gubernamental de ideología liberal-conservadora “que busca promover el respeto por la libertad individual, la propiedad privada y el republicanismo”), donde alude a la generación “milenials” “que se mantiene ajena a la sociedad y que se cree original, al extremo de llevarlo a su identidad o preferencia de género… Gente que convierte en motivo de orgullo con quién se acuesta…gente que no tiene conciencia que vive en sociedad y que los bienes y servicios que disfruta son producto de una relación socio productiva… su vida transcurre a través de Internet…son en extremo egoístas y disociados de un colectivo”.
¿Wonder Woman?
La mujer venezolana, la latinoamericana y en general casi todas las mujeres del mundo. Ellas no necesitan el calificativo de “wonder”, sólo respeto.
Invitación: Vamos a ser mucho más activos en las luchas de las mujeres que terminan siendo las luchas por una mejor humanidad. Y no más brutalidad contra nuestros niños y bebés.
Nota: Vale la pena no olvidar que hoy día existe una diversidad de géneros que reciben tanta o más violencia que las mujeres y que también deben ir tomando su espacio en la sociedad.
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