La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, mantuvo una reunión telemática con Nicolás Maduro la tarde de este miércoles. De acuerdo con un anuncio hecho por el canciller chavista, Jorge Arreaza, a través de su cuenta en Twitter, en la reunión abordaron los «avances» en la cooperación con la oficina de la Alta Comisionada, el impacto negativo de las sanciones internacionales y la política del Gobierno de Maduro para controlar el Covid-19. En palabras de Arreaza, la reunión fue «cordial».
Por abc.es
En el encuentro de este miércoles también participaron el embajador de Venezuela ante la ONU, Héctor Constant, y el jefe de la división de la oficina de Bachelet para las Américas, José María Aranaz. En septiembre, el Gobierno de Maduro renovó el Memorando de Entendimiento con la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos «para avanzar en el fortalecimiento de los vínculos de cooperación y asistencia técnica», que contempla establecer una oficina del Acnudh en la nación caribeña.
Acompañamos al Presidente @NicolasMaduro en una cordial reunión, con la Alta Comisionada para los DDHH @mbachelet. Se conversó sobre el avance en la cooperación con su Oficina, el impacto negativo de las sanciones y nuestra política para controlar el COVID-19. pic.twitter.com/lYl6CQbVNm
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) March 3, 2021
En el país sudamericano, los derechos humanos se han visto vilipendiados durante el régimen chavista. Diversas organizaciones que defienden esta materia en Venezuela, aseguraron que en todo 2020 las represiones incrementaron, especialmente en el sector de la salud y en los medios de comunicación, durante los meses en los que el país estuvo en una cuarentena estricta y obligatoria. Los presos políticos siguen estando dentro de las preocupaciones de las ONG, pues aseguran que aún persisten las violaciones al debido proceso y la falta de garantías procesales para los detenidos.
Cuando Bachelet visitó Venezuela en 2019, en una breve gira de tres días, pudo constatar la crítica situación del país y expresó su profunda preocupación por los presos políticos y el sufrimiento de sus familiares. En aquel momento, la Alta Comisionada propuso tanto al régimen como a la oposición retomar las negociaciones como mecanismo para solucionar la crisis del país sudamericano, e instaló en el país una comisión de su oficina para vigilar la situación de los derechos humanos y brindar asistencia técnica con motivo de las denuncias de violaciones en esta materia.
Semanas después, en un impactante informe, Bachelet criticó a Maduro por el uso de la fuerza policial y sugirió entonces que disolviera a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), el temido grupo de exterminio que opera en las zonas más afectadas del país. Se tiene previsto que el 10 de marzo la alta comisionada volverá a abordar la situación de las libertades fundamentales en Venezuela y los posibles abusos contra ellas en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos.
En febrero, la relatora especial de la ONU sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, visitó Venezuela y pidió a Estados Unidos, a la Unión Europea y a otros Estados retirar las sanciones impuestas contra el país sudamericano, debido a que «han exacerbado las calamidades preexistentes».
La visita y el informe de Douhan fueron cuestionadas por el presidente interino Juan Guaidó, que dijo que la relatora «es una aliada» de Nicolás Maduro. En una sesión del Parlamento opositor, se le señaló a la relatora por presentar un informe sesgado sobre Venezuela volteando la mirada únicamente a las sanciones para explicar la crisis del país.