Las nuevas bombas de gasolina en Venezuela: Bodegones, música en vivo y surtidores chinos

Las nuevas bombas de gasolina en Venezuela: Bodegones, música en vivo y surtidores chinos

Un empleado llena el tanque de un camión en una estación de servicio mientras camiones de remolque se alinean a lo largo de una avenida para llenar sus tanques como parte de una creciente escasez de diesel, en Caracas, Venezuela, el 5 de marzo de 2021. REUTERS / Leonardo Fernandez Viloria

Un saxofonista acompaña con su música a los conductores que llegan a la estación de gasolina ubicada en Parque Cristal en Caracas. Este establecimiento fue uno de los primeros a los que le fue revocada la concesión por la administración de Nicolás Maduro en 2020, cuando se dio inicio al plan de venta del combustible en bolívares y en dólares. Ahora, meses después, ya no solo muestra la marca PDV sino Vía y cuenta con nuevos dispensadores vendidos por China.

Por Ahiana Figueroa / talcualdigital.com

Las autoridades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) continúan revocando de forma unilateral la concesión de las bombas de gasolina a sus antiguos dueños, pero de acuerdo a la nueva apariencia que muestran algunas de ellas, se infiere que han sido vendidas a otros propietarios aún desconocidos.

En el país existían en 2020 un total de 1.650 estaciones de servicio, administradas por compañías privadas bajo un esquema de alquileres y permisos especiales del Estado, y unas 200 manejadas directamente por la estatal petrolera.

Actualmente no se cuenta con cifras oficiales sobre los cambios de mano de estos establecimientos ni sobre a quiénes se han vendido o dado nueva concesión. No solo en Caracas, sino en varios estados ha ocurrido desde el pasado año, la expropiación de las estaciones de servicio. Sin embargo, de acuerdo a datos recabados en Caracas han revocado 17 concesiones, en Carabobo unas 16, en Bolívar unas 15 y en Sucre otras ocho, así como 25 ubicadas en las zonas de la frontera con Brasil y Colombia.

El interés por manejar estos negocios surge luego de que a mediados de 2020, en plena pandemia por el covid-19, la administración de Maduro puso en marcha el Plan Nacional de Distribución de Combustible, con el correspondiente incremento en el precio de la gasolina a 5.000 bolívares el litro en las llamadas bombas subsidiadas y a 0,50 dólares el litro en las bombas dolarizadas. A la par del incremento en el precio, empeoró la escasez de gasolina y en consecuencia, continuaron las largas colas de carros especialmente en el interior del país.

Para mantener el orden, las gasolineras están siendo más controladas por parte de las autoridades, dejando a un lado la autonomía del dueño de la bomba para ejecutar las labores. Ya no solo se observan funcionarios de la Guardia Nacional y de la Guardia del Pueblo, quienes vigilan y coordinan el funcionamiento de las estaciones del gasolina y a los integrantes de Chamba Juvenil; sino también muchas camisas rojas de funcionarios públicos portando su carnet guindado del pecho.

Cuando se aprobó la Ley Orgánica del Mercado Interno de Combustibles en 2008, impulsada por el entonces presidente Hugo Chávez y el ministro de Petróleo Rafael Ramírez, se eliminó la participación del sector privado en las estaciones de servicio y en su lugar se otorgaron las concesiones, que para aquella época sumaban 1.865 en todo el territorio nacional.

Años después, el cierre de gasolineras se hizo evidente. Entre los factores que impactaron su estabilidad se encuentran el rezago en el precio del combustible, un menor número de unidades o gandolas que distribuyeran la gasolina -administradas también por el Estado a través de la Empresa Nacional del Transporte-; la inseguridad que acabó con el servicio 24 horas y la crisis económica caracterizada por recesión e hiperinflación.

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