Estados Unidos advirtió que hará “lo que sea necesario” para defenderse, afirmó este domingo el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, días después de que varios cohetes alcanzaran una base con tropas de la coalición internacional -encabezada por EEUU- en Irak, aumentando todavía más las tensiones entre Washington y Irán en suelo iraquí.
Por Infobae
Austin manifestó a la cadena ABC News que Estados Unidos investiga quién está detrás del lanzamiento de 10 cohetes que impactaron en la extensa base militar de Ain Al Asad, situada en pleno desierto en el oeste de Irak, el 3 de marzo.
Ningún funcionario estadounidense resultó herido, pero sí un contratista de esta nacionalidad, que sufrió una crisis cardíaca cuando iba a refugiarse y falleció poco después, según informó el Pentágono.
Austin afirmó que Washington está urgiendo a las autoridades iraquíes para que actúen con rapidez e investiguen quién está tras el ataque, el cuarto registrado en las últimas semanas contra lugares donde operan fuerzas de Estados Unidos.
“Queremos asegurarnos de que, una vez más, entendemos quién es responsable de esto. El mensaje para aquellos que lleven a cabo un ataque de este tipo es que deben esperar que hagamos lo necesario para defendernos”, afirmó en el programa “This Week”, de ABC News.
“Atacaremos si eso es lo que pensamos que debemos hacer en el tiempo y lugar que nosotros elijamos”, agregó.
El ataque del miércoles llegó cinco días después de que Estados Unidos tomara represalias por otros asaltos previos, bombardeando un depósito fronterizo en Siria que, según el Pentágono, era usado por milicias armadas iraquíes, apoyadas por el régimen de Irán y vinculadas previamente con los ataques con cohetes.
Los observadores afirman que los cohetes pueden ser una forma de Teherán para presionar a Washington, quien desde la llegada al poder del presidente Joe Biden ha ofrecido reactivar el pacto nuclear con Irán, abandonado por su predecesor Donald Trump en 2018.
Biden ha dicho también que Estados Unidos trabaja para identificar a los responsables, y que “emitirá juicios desde ese punto”.
Austin fue consultado igualmente sobre si Teherán ha sido informado de que una respuesta no supone una escalada. “Creo que Irán es totalmente capaz de evaluar (…) el ataque y nuestras actividades, y sacarán sus propias conclusiones”, valoró.
“Pero lo que deben extraer de esto es, de nuevo, que vamos a defender a nuestras tropas y nuestra respuesta será meditada, apropiada. Esperamos que elijan hacer lo correcto”, concluyó.
Tras el ataque perpetrado el pasado 15 de febrero en la ciudad de Ebril, la ONU advirtió que Irak podría volver a sumirse en la inestabilidad. La representante de la ONU en Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert, denunció “actos atroces y peligrosos” que “constituyen una grave amenaza para la estabilidad”. También pidió “moderación” y cooperación sobre la investigación entre Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán (norte), y Bagdad.
El Partido Democrático del Kurdistán (PDK), en el poder en esta región, acusó a grupos “bajo la sombra” del Hashd al Shaabi, coalición de paramilitares ahora integrados en el Estado iraquí, de estar “en el origen del ataque”.
El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazimi, denunció un ataque dirigido a “crear el caos” en Irak y prometió impedir que su país se convierta en un “patio trasero” donde se produzcan los conflictos regionales.
El atentado, en tanto, fue reivindicado por un grupo poco conocido autodenominado Awliyaa al Dam (“Los Guardianes de la Sangre”). Funcionarios de seguridad indicaron que creen que es un nombre de fachada para ocultar a conocidas facciones proiraníes que quieren que las fuerzas de la coalición abandonen el país.
Las instalaciones militares y diplomáticas occidentales fueron blanco de decenas de cohetes en Irak desde finales de 2019, la mayoría en Bagdad. Sin embargo, se dispararon misiles iraníes hacia el aeropuerto de Erbil en enero de 2020, días después de la muerte del general iraní Qassem Soleimani por un ataque de un dron estadounidense en Bagdad, ataque que hizo temer una guerra directa entre Irán y Estados Unidos.