Las relaciones oscuras del chavismo con empresas españolas van más allá de Plus Ultra y sus polémicos magnates boliburgueses. La empresa asturiana Duro Felguera, también rescatada por el Gobierno como la aerolínea, lleva varios años bajo la lupa de la Audiencia Nacional por sus vínculos con dos de los funcionarios clave en los esquemas de corrupción de la revolución bolivariana.
DANIEL LOZANO // EL MUNDO
Los jueces investigan las comisiones repartidas a Nervis Villalobos y Javier Alvarado, fundamentales en el esquema de corrupción que acompañó la fracasada reconstrucción del entramado eléctrico venezolano, un fiasco que hoy mantiene a Venezuela entre constantes apagones y bajadas de tensión.
Duro Felguera, que recibirá 120 millones de euros de ayuda estatal, formó parte del grupo de empresas españolas que aterrizaron en Caracas durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La antigua siderúrgica firmó en 2009 un contrato millonario por 1.500 millones de dólares para levantar la Central Termoeléctrica de Ciclo Combinado Termocentro, llamada a abastecer Caracas con el objetivo de mejorar un decadente sistema eléctrico, resquebrajado hoy por la corrupción, la falta de mantenimiento y la desinversión. Sólo en 2020 se produjeron 157.719 apagones, según el Comité de Afectados. Un acuerdo que Hugo Chávez habría decidido para sellar la paz con España tras el encontronazo con el Rey Juan Carlos durante la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile, el famoso «¡Por qué no te callas!», según OKDiario.
EL MUNDO desveló en 2015 que Duro Felguera pagó 50 millones a Nervis Villalobos, exviceministro de Energía que aparece en distintos expedientes de corrupción. La compañía española firmó un sospechoso contrato con la empresa consultora de Villalobos por proporcionar información de forma oral. La semana pasada, un tribunal negó la residencia en Suiza a Villalobos por considerarlo «una amenaza para la seguridad pública y un riesgo para la reputación de la nación».
La Policía española detuvo en 2017 a Villalobos, sobre el que pesa la petición de extradición desde EEUU, acusado de blanquear capitales de Petróleos de Venezuela (PDVSA). No obstante, Villalobos consiguió el amparo del Tribunal Constitucional español, que confirmó su libertad provisional.
En el embrollo también aparece otro de los grandes señalados por corrupción y por la trama de sobornos, Javier Alvarado, quien fuera presidente de Electricidad de Caracas y más tarde ministro de Desarrollo Eléctrico.
El Gobierno de Maduro mantiene deudas con buena parte de las empresas españolas que han operado en Venezuela, en torno a los 100 millones con Duro Felguera. La empresa española sí entregó a tiempo su central de última generación con una capacidad para producir 900 mg (megavatios), pero el posterior abandonó de las autoridades la convirtió en una especie de fantasma eléctrico. La compañía conserva 200 contenedores con un nuevo turbogenerador a gas almacenados desde hace años, tras la negativa de Caracas para completar la operación.
Durante los grandes apagones de 2019, la empresa asturiana ofreció a la vicepresidenta Delcy Rodríguez poner en marcha Termocentro, pero el gobierno chavista le otorgó la concesión a una empresa panameña desconocida que nada ha conseguido desde entonces.