Ya transcurrido casi el primer trimestre del 2021, la gran mayoría de los venezolanos se preguntan ¿hacia dónde nos dirigimos?
La gran preocupación que se observa en las familias es que seguimos en desmejoras en nuestra calidad de vida, al observarse como en lo que va del año el proceso inflacionario luce incontrolable disminuyendo el poder adquisitivo, con sus efectos en la capacidad de consumo de todos los bienes y servicios que necesitan ser adquiridos por las familias para cubrir sus necesidades básicas y perentorias.
Las expectativas creadas por los anuncios realizados por voceros oficiales de decisiones tomadas en lograr mejoras socioeconómicas, no se han convertido en soluciones verdaderas para al menos el 85% de la población, lo cual se demuestra al evaluar los ingresos familiares que se obtienen actualmente con el número de alimentos que se pueden adquirir hoy y compararlos con el mes de marzo del año pasado o el promedio consumido en el 2020.
A pesar de observarse un mayor abastecimiento de los productos de consumos masivos, sus precios se cotizan en dólares, ya que la gran mayoría de estos son importados estando sujetos a las fluctuaciones de precios en los mercados internacionales. Encontrándose el consumidor Venezolano con alzas no sólo afectadas por la fluctuación de la paridad cambiaria del bolívar, sino también por los altibajos de estos productos en el exterior. Lo cual les complica más aun cómo distribuir sus ingresos para adquirir lo de mayores prioridades.
¿Cuántas familias tienen ingresos promedios entre 250 y 300 dólares al mes o más? Se estima entre un 12% y un 15% como máximo, son aquellas que sus ingresos totales les permite cubrir sus mínimas necesidades de alimentos, medicinas y transporte, Buena parte de estas familias logran alcanzar este nivel de ingresos, gracias a las remesas que reciben de sus familiares en el exterior. Lo preocupante es que la mitad de todas las familias Venezolanas sus niveles de ingresos son menores a los 60 $ mensuales, lo cual no les alcanza para cubrir sus necesidades más elementales y son altamente dependientes de los programas de asistencia social que reciben a través de las misiones y las cajas clap. De acuerdo a las publicaciones dadas a conocer por los gremios de productores, sus consumos de carne, pollo, pescado y leche son mínimos. Ubicándonos dentro de los países con más bajos niveles en el consumo de estos alimentos esenciales al compararlo con el resto del continente. Estas familias se encuentran en muy bajos niveles de pobreza.
Lo necesario para los venezolanos es saber hacia dónde se dirige la nación, las últimas encuestas nos indican que más del 80% rechaza el modelo de socialismo aplicado y lo identifican como el causante de las limitaciones y calamidades que padecemos. Lo cual nos indica que la mayoría ciudadana solicita un cambio de rumbo.
Vicente Brito