El presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo este viernes que a su Gobierno no lo mueve el “odio”, ni la “venganza”, sino el afán de que haya justicia, en el que fue su primer pronunciamiento, aunque no de forma explícita, a las acciones judiciales contra la exmandataria interina Jeanine Áñez.
“No nos mueve el odio, no nos mueve la venganza, lo que nos mueve es un afán inquebrantable de justicia en el país”, afirmó Arce al participar en la inauguración en La Paz de un congreso de la Confederación de Mujeres Campesinas e Indígenas Bartolina Sisa.
En su discurso, el gobernante pidió a las mujeres tener “como un elemento principal y eje de discusión” en su congreso lo que calificó de mentiras sobre el fraude en las elecciones fallidas de 2019 y que para su Gobierno y el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) fue un “golpe de Estado” contra el expresidente Evo Morales.
También recordó que durante la campaña electoral, las afiliadas a este sindicato afín al MAS le decían que lo que más deseaban “es justicia” por los sucesos violentos de 2019, en los que fallecieron 36 personas, según la Defensoría del Pueblo del país.
Arce alertó de un supuesto intento de sus detractores de “disputar el poder al pueblo boliviano” y advirtió de que “no lo vamos a permitir” porque quienes están con su Gobierno “somos mayoría”.
El mandatario agradeció a las indígenas y campesinas por su ayuda para “recuperar la democracia” y les pidió que mantengan la “unidad” que permitió al MAS volver a la Presidencia en las recientes elecciones generales.
“Nos tienen miedo cuando estamos unidos, nos tiemblan cuando estamos unidos, por eso es que nuestro pedido es que de este congreso salgan ustedes nuestras hermanas, nuestra próxima directiva unida, fortalecida”, añadió.
Arce había permanecido en silencio hasta ahora sobre el encarcelamiento de la expresidenta interina Jeanine Áñez y dos de sus exministros, a quienes la Justicia investiga por su supuesta responsabilidad en la salida de Evo Morales del poder en 2019 a instancias de una denuncia del MAS.
El silencio de Arce fue criticado frente a la intensa actividad del exmandatario Morales, quien no ha dejado de hacer comentarios y arengas en las redes sociales sobre estos acontecimientos que han reavivado la polarización en el país y han merecido pronunciamientos de países y organismos que piden que se respeten los derechos de los detenidos.
Áñez fue detenida el pasado sábado en el departamento amazónico de Beni y luego fue trasladada a La Paz bajo un fuerte resguardo policial.
La expresidenta y sus exministros deberán permanecer encarcelados por cuatro meses mientras se realiza la investigación por el caso denominado “golpe de Estado”.
EFE