El equipo de científicos estadounidenses BrainGate, especializado en el desarrollo de tecnologías para personas con parálisis cerebral, ha realizado la primera prueba humana de una interfaz inalámbrica cerebro-ordenador (BCI, por sus siglas en inglés), que es capaz de captar y de descodificar las señales en el cerebro humano y de transmitirlas a dispositivos externos sin una conexión por cable.
Por RT
Estas inferfaces permiten a personas con discapacidad escribir en pantallas de ordenador o manipular protésis robóticas. Funcionan gracias a un chip implantado en la corteza motora del paciente que registra las señales emitidas por las neuronas. A continuación, el chip envía estos datos a un ordenador que los traduce en instrucciones que envía, por ejemplo, a un brazo robótico para que este se mueva obedeciendo a los pensamientos del sujeto.
Las BCI que se usan tradicionalmente en ensayos clínicos requieren cables para conectar la matriz de sensores cerebrales a computadoras. Sin embargo, estos cables limitan en gran medida dónde y cuándo pueden usar los pacientes la interfaz, al tiempo que requieren la supervisión de un experto.