El Kremlin rehusó comentar hoy martes la información sobre el traslado del líder opositor ruso, Alexéi Navalny, a la enfermería de la cárcel donde cumple dos años y medio de condena, pero aseguró que no se le privará del derecho a tratamiento médico si se confirma que está enfermo.
“Si realmente se trata de una enfermedad, se garantizará el tratamiento adecuado”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Peskov indicó que no se puede hablar de la creación de unas “condiciones especiales para alguno de los reclusos”, pero añadió que “hay unas normas establecidas, incluidas las que guían el trato con los que han enfermado”.
Según la prensa rusa, Navalny fue ingresado el lunes en la enfermería de su prisión debido a que presenta un cuadro febril y síntomas de una enfermedad respiratoria.
Horas antes, en las redes sociales del líder opositor, que se encuentra en huelga de hambre desde el pasado día 31 para exigir atención médica cualificada para tratarse de un fuerte dolor de espalda, se informó de que Navalny tenía 38,1 grados de temperatura y una fuerte tos.
El Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN) indicó que al político opositor se le tomaron muestras para practicar “todos los análisis necesarios, incluido un test de coronavirus”.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, anunció en Twitter que ha escrito una carta al presidente ruso, Vladímir Putin, acerca del “arresto arbitrario de Navalny y su deterioro de la salud”.
“Hay que garantizar el acceso inmediato de los médicos de confianza (a Navalny) y ponerle en libertad”, escribió.
Al ser preguntado acerca de la misiva de Callamard, Peskov dijo no tener información sobre si esta ha llegado al Kremlin.
“Yo no la he visto”, aseguró el portavoz.
En las inmediaciones de la prisión se han concentrado un grupo de sanitarios encabezados por la médica y aliada del opositor, Anastasía Vasílieva, quien pidió autorización para examinar a Navalny.
La Alianza de Médicos denunció que la salud de Navalny, que ha perdido 13 kilos en las últimas semanas, se ha deteriorado y necesita urgentemente asistencia médica de especialistas independientes.
La policía ha reforzado las medidas de seguridad en torno a la prisión, donde también se han congregado decenas de activistas y reporteros.
Navalny, de 44 años, se encuentra desde el pasado 11 de marzo en el centro penitenciario número 2 de la región de Vladímir, a unos 100 kilómetros a este de Moscú, que él calificó de “campo de concentración”.
El líder opositor ha acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber ordenado su asesinato al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
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