El año 2007 el proyecto de estado comunal fue rechazado por la mayoría de los Venezolanos mediante consulta popular realizada. Los resultados fueron adversos a los que lo proponían como el mejor modelo a ser aplicado, para bienestar de la nación.
A pesar de su rechazo se empezó a aplicar a través de la organización de las comunas, las cuales pasaron a sustituir a las tradicionales asociaciones de vecinos, dotándolas de grandes recursos públicos a los distintos proyectos presentados y en su totalidad aprobados para ser realizados en esas comunidades, fueron miles de ellos que comprendieron la construcción de viviendas, infraestructura, pozos y acueductos, proyectos agrícolas, pecuarios, avícolas, porcinos, pesca, reforestación, siembras y crías urbanas, transporte comunal, bancos comunales, monedas comunales, etc.
Se explicó por parte de los voceros oficiales que la aplicación de estos programas servirá para resolver las más inmediatas necesidades de las comunidades tanto urbanas como rurales, incluso se promovió como una alternativa para sustituir a los organismos públicos responsables de llevar adelante estos planes, ya que los consejos comunales englobaron todo los proyectos y el manejo directo de los recursos para su realización.
Algunos voceros políticos de oposición manifestaron su preocupación por cuanto estos programas resultaban excluyentes de quienes no formaban parte del proyecto de gobierno, ya que estos organismos comunales estaban coordinados por el partido de gobierno y se hacía evidente el carácter clientelar que se le estaba dando al mismo.
Los recursos públicos aportados fueron el equivalente de cientos de millones de dólares, observándose como a lo largo y ancho del país se anunciaban todo una serie de inversiones comunales con los recursos aportados por el gobierno central, gobernaciones y alcaldías. Adicionalmente fueron innumerables los créditos otorgados por la banca pública para la realización de muchos proyectos presentados, sobre todo en el área productiva con la meta de aumentar sustancialmente la cantidad de alimentos que estas inversiones permitirán lograr.
Luego de transcurrido varios años los resultados observados están a la vista donde no se lograron las metas propuestas, salvo en algunos programas de mejoras de infraestructura en las comunidades donde se desarrollaron estos, en el área de la producción de alimentos que fue donde se concentraron buena parte de estos recursos se convirtieron en sueños rotos para las comunidades donde se realizaron estas inversiones. Observándose el abandono de buena parte de la infraestructura y maquinarias destinadas para tal fin.
Luego de transcurrido catorce años donde el pueblo Venezolano rechazó el proyecto de estado comunal, se vuelve a insistir en su aplicación como solución a la multiplicidad de problemas que nos aqueja como resultado de la aplicación por casi 20 años del socialismo siglo XXI, lo preocupante es que nadie le explica al país las razones por que los consejos comunales con todo los proyectos y recursos manejados no lograron algún resultado positivo que explicarán las bondades de su aplicación.
Lo que sí es evidente que la mayoría de los Venezolanos manifiesta su desacuerdo con este proyecto, según lo reflejan las consultas de opinión realizadas recientemente lo cual nos indica que la propuesta de estado comunal no es bienvenida por la mayoría de la población, que si espera cambios urgentes en el modelo que permitan la reactivación económica y la creación de los necesitados puestos de trabajo que nos saque de este rumbo indefinido que solo ha traído limitaciones y desmejoras en calidad de vida a las familias.
Nota de Prensa