Un grupo de mil combatientes de la Milicia, una unidad de civiles afectos al chavismo, uniformados y armados, se desplazará al estado fronterizo de Apure, donde, el pasado 21 de marzo, estallaron combates con una banda de disidentes de las FARC, informaron este martes fuentes castrenses.
El anuncio lo hizo el comandante de la Milicia Nacional, mayor general Manuel Bernal Martínez, quien explicó que será una “fuerza miliciana humanitaria de protección a las comunidades” de la región y estará coordinada por el Ministerio de Defensa y el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb).
Explicó que los mil combatientes son voluntarios, han sido formados en 22 unidades y estarán bajo el mando de un general de división, dos generales de brigada de la Milicia y cuatro oficiales superiores.
Tras una reforma arbitraria en las Fuerzas Armadas, se incluyó a la Milicia Nacional como un “componente especial”, quince años después de haber sido conformada como fuerza “complementaria” de civiles armados, cuyos miembros son afectos al chavismo.
La Milicia, en esta nueva norma, adquiere atribuciones especiales en materia de inteligencia y contrainteligencia, en tanto que tiene la misión de “registrar, organizar, equipar, adiestrar y adoctrinar al pueblo a objeto de contribuir con la seguridad de la nación”, por lo que varios expertos y militares retirados consideran que sus miembros actúan como espías del régimen chavista donde están desplegados.
Tras el anuncio del comandante de la Milicia, Nicolás Maduro explicó que la orden en Apure es la de “guerra de todo el pueblo en defensa de la soberanía y de la tierra contra los grupos irregulares, delincuenciales, criminales y terroristas que vienen de Colombia”.
Al respecto, subrayó que debe haber contra esas bandas una “guerra de todo el pueblo” en “unión cívico-militar-policial”.
Además, aseguró que el modelo desarrollado durante los combates en Apure “sirve como enseñanza para defender el territorio ante grupos armados por el Comando Sur” de Estados Unidos y el Gobierno colombiano, que considera que están detrás de esos ataques.
El pasado 21 de marzo comenzaron unos combates entre militares de la FANB y miembros de un grupo armado que no ha sido identificado por fuentes oficiales ni castrenses, aunque han difundido fotos en las que puede verse uniformes incautados con las siglas y logos de la antigua guerrilla de las FARC.
En los enfrentamientos han fallecido ocho militares y nueve “terroristas”, mientras que unos 6.000 habitantes de la zona han tenido que desplazarse al vecino departamento colombiano de Arauca.
Con información de EFE