Los albergues para migrantes en las ciudades fronterizas de México han reportado no dar más abasto para atender a los miles de migrantes que son devueltos hacia el lado mexicano desde Estados Unidos; además de los que siguen llegando desde los países centroamericanos en busca de ingresar de manera irregular por la frontera sur del territorio estadounidense.
Por Voz de América
La migrante hondureña Hazel, que realizó el periplo junto a su hija, contó a la Voz de América que fue retornada desde la frontera sur en Estados Unidos hacia Reynosa, México, menos de 24 horas después de haber cruzado el Río Grande.
“La verdad de las cosas es que solo nos vinieron a tirar ahí, al puente, como animalitos, ahí con los niños. Uno aquí desamparado en la calle … No nos dieron la oportunidad ni siquiera de hablar, de decir nada, simplemente nos dijeron que ya veníamos para acá. Y sin explicación, sin nada, sin poder hablar uno por qué se viene de su país”, comentó Hazel.
La situación de vulnerabilidad de estos migrantes refuerza el compromiso de la Organización Derechos Humanos Internacionales en Apoyo a los Migrantes y Refugiados, explica su presidente Juan Carlos Abrego Gutiérrez.
Este activista insta a garantizar la protección de los migrantes y que se les brinde todos los servicios necesarios para protegerlos sobre todo de los abusos a los que se exponen en su largo y peligroso camino para llegar a Estados Unidos. En su mayoría estos migrantes provienen de los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica que incluye a Guatemala, Honduras y El Salvador.
Está región, según Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, es la zona del continente americano con el mayor nivel de inestabilidad por los problemas estructurales y sociales que aquejan a estos países como inseguridad ciudadana, pobreza, impunidad, altos índices de corrupción y la penetración cada vez mayor del crimen organizado; además del impacto de los fenómenos naturales y la pandemia de COVID-19.
Crisis humanitaria en la frontera
El proceso de retorno de grupos familiares hacia México está suscrito al Título 42 del acuerdo de cooperación entre los dos países, modalidad implementada el año pasado por el expresidente Donald Trump, como parte de las medidas sanitarias para contener la pandemia; pero que sigue vigente bajo la administración del presidente Joe Biden.
Juan Carlos Abrego Gutiérrez critica las sucesivas medidas que han puesto en mayores aprietos a los migrantes y dejan en evidencia la vulnerabilidad de estos grupos irregulares, en su mayoría mujeres y niños que buscan llegar a Estados Unidos, donde organizaciones como la que él dirige sirven de enorme apoyo en la asistencia que brindan al otro lado de la frontera, explica.
“Por tantas medidas que han pasado, se han perdido muchas vidas y me da tristeza”, dice Abrego Gutiérrez a la Voz de América, mientras sigue de cerca de situación de la que se considera la primera crisis en cuanto al tema migratorio para la Administración del presidente Joe Biden.
En las últimas semanas la numerosa llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos, entre ellos miles de menores de edad no acompañados, ha puesto en alerta a las autoridades estadounidenses, que buscan encontrar una situación a la crisis desde el origen de estos flujos migratorios irregulares.
Solo durante el mes de marzo, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) registró un incremento de 70 por ciento de detenciones durante el periodo, llegando a acumular unas 171 mil 331 detenciones de indocumentados. Esta cifra mensual es la mayor registrada en los últimos 15 años.
Ante la situación, la administración del presidente Biden ha dado un giro considerable al tema migratorio que ha llevado a definir nuevas estrategias y visitas como la que hiciera a principios de abril Ricardo Zúñiga, enviado especial para el Triángulo Norte a Guatemala y El Salvador, además de otro encuentro con la legación diplomática de Honduras en Washington.
También la vicepresidenta Kamala Harris anunció el miércoles (14 de abril) que visitará “tan pronto le sea posible” México y Guatemala como parte de su misión para abordar la llegada masiva de migrantes a la frontera sur, una labor encomendada por el presidente Biden, que incluye además a El Salvador y Honduras.