Mientras los gobiernos de todo el mundo recomiendan sacar todas las actividades al exterior y ventilar los interiores, un intenso debate científico permanece abierto sobre las razones para hacerlo. Ningún organismo sanitario niega que existen contagios por vía aérea, es decir, al respirar partículas con virus que quedan en suspensión después de expulsarlas un contagiado al hablar, gritar o toser. Ese tipo de contagio es el que justificaría esas medidas, que ahora recomienda hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque inicialmente discutió la existencia de contagios por aerosoles, esas partículas virales en suspensión. Pero se mantiene la controversia porque todavía no se ha cazado un virus en el aire que contagie a alguien y muchos especialistas sostienen que la principal vía de infección son las gotículas que impactan como perdigones en el contacto directo con un enfermo.
Por La Nación
Un equipo de científicos publica ahora en The Lancet una recopilación de los diez argumentos científicos que sostienen la existencia de los aerosoles como un actor importante en la pandemia del Covid-19. Ya en marzo de 2020 reclamaban a la OMS que tuviera en cuenta este peligro aéreo, pero ahora las pruebas se acumulan. Sus argumentos comienzan por reconocer su principal flaqueza, publicada por otro especialista: “La falta de muestras recuperables de cultivos virales de SARS-CoV-2 impide sacar conclusiones firmes sobre la transmisión aérea”.
Para estos científicos, de universidades como las de Oxford, California y Toronto, esa conclusión “es preocupante debido a las implicaciones para la salud pública”: no es lo mismo combatir unas gotas que caen al suelo que una nebulosa invisible que permanece en suspensión. Y a continuación detallan sus razones, revisadas por otros científicos independientes para la prestigiosa revista.
Propagación, contagio y rastros en filtros de aire
1- Eventos de superpropagación. Estas situaciones, en las que muchas personas se infectan en un mismo escenario, se consideran unas de las principales impulsoras de la pandemia. El análisis de contagios masivos en coros, cruceros, restaurantes, mataderos, residencias de ancianos e instalaciones penitenciarias sugiere que la vía aérea tiene un papel determinante en estos casos, “que no puede explicarse adecuadamente por gotitas o fómites [superficies contaminadas]”, según este grupo.
2- Contagio de largo alcance. Nueva Zelanda ha documentado un contagio entre dos personas que no llegaron a cruzarse siquiera, provocado por la mala ventilación en un hotel con personas en cuarentena.
3- Transmisión asintomática o presintomática. El papel determinante que tienen los contagiadores sin síntomas apoya “un modo de transmisión predominantemente aéreo”, según estos científicos, porque “las mediciones directas muestran que hablar produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes”.
4- Interiores. Desde el comienzo de la pandemia se sabe que los lugares cerrados son unas 20 veces más proclives a producir contagios que los exteriores. Y que el riesgo se reduce notablemente con la ventilación en los interiores, lo que sugiere la existencia de una ruta de transmisión aérea, que se disuelve con aire en circulación.
5- Infecciones en hospitales. Los contagios en centros médicos, donde se aplican estrictas precauciones frente al contacto directo y las gotitas grandes, pero no tanto frente al contagio por partículas microscópicas en suspensión que pueden inhalarse.
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