La campaña para las elecciones regionales en Madrid comenzó este domingo, quince días antes de los comicios del 4 de mayo, que en esta ocasión tendrán una importante repercusión a nivel nacional por los intereses en juego y marcarán el futuro próximo de la política española, que vive uno de sus mayores momentos de polarización.
La contienda esta marcada por el enfrentamiento directo entre la presidenta madrileña, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, y el jefe del Ejecutivo español, el socialista Pedro Sánchez, además de la irrupción en la escena autonómica del líder de la formación de izquierdas Podemos, Pablo Iglesias, quien abandonó su puesto de vicepresidente del Gobierno español para concurrir como candidato.
Madrid es la región más rica de España, la tercera más poblada (6,6 millones de habitantes) y un baluarte del conservador Partido Popular (PP) desde 1995. Más aun desde que el PP perdió el Ejecutivo de España (2018), dirigido por ahora por Sánchez.
El origen de esta insospechada batalla electoral, a mitad de legislatura, lo marcó el intento fallido del partido Ciudadanos por hacer caer al Gobierno regional de Murcia (sureste), en el que participaba como socio minoritario, lo que llevó a Ayuso, que gobernaba con ese partido liberal en Madrid, a adelantar las elecciones para evitar correr un riesgo similar.
El PP es el principal partido de oposición en el Parlamento nacional, mientras que Ciudadanos resultó muy debilitado en esos comicios y su líder, Inés Arrimadas, comenzó a aproximarse a Sánchez tras haber sido muy crítica con sus políticas anteriormente.
Los socialistas ganaron las últimas elecciones regionales de Madrid (2019), pero el PP pactó con Ciudadanos para gobernar en coalición, una alianza que estuvo marcada por los desacuerdos entre ambos partidos. Además, contaba con el apoyo externo de la ultraderecha de Vox
Ayuso encara estos comicios con bajo el lema “libertad o comunismo”, en una clara afrenta a Iglesias, aunque es con Sánchez con quien mantiene un pulso a cuenta de las medidas adoptadas en la comunidad autónoma madrileña por el coronavirus
La política conservadora ha permitido que sectores muy castigados por la pandemia como la hostelería se mantuvieran abiertos en contra de los cierres recomendados por las autoridades sanitarias españolas, y que otras regiones del país pusieron en marcha, entre otras desavenencias con el Ejecutivo central.
Este puede ser uno de los motivos por los que las encuestas le otorgan una victoria aunque no mayoritaria, por lo que se podría ver obligada a pactar con la ultraderecha de Vox para mantenerse en el Gobierno, mientras que a nivel nacional el Partido Popular prefiere mantener las distancias, lo que podría afectar a la estrategia del líder nacional de los populares, Pablo Casado.
Los últimos sondeos sitúan al PP con una intención de voto del 40,9 por ciento y obtendría entre 56 y 60 diputados para el parlamento regional de Madrid, frente a una horquilla de entre 29 y 31 que lograría el Partido Socialista, con una intención de voto del 21,1 %, aunque el PP necesitaría el apoyo de Vox para sumar mayoría absoluta (69 escaños).
Es llamativa también la implicación personal en esta contienda, en detrimento del candidato socialista, Ángel Gabilondo, del propio jefe del Ejecutivo español, para quien la salida de Iglesias del Gobierno de coalición parece haber supuesto un respiro.
Iglesias ha sido una figura incómoda desde el inicio en el gabinete ministerial y todo hace prever que su sustitución en la vicepresidencia por la comunista Yolanda Díaz, también ministra de Trabajo y de un perfil menos conflictivo, puede suavizar las relaciones en el seno del Ejecutivo.
El voto de la izquierda estaría dividido entre los socialistas y Podemos, y Más Madrid, formación liderada por Íñigo Errejón, uno de los fundadores de Podemos y exsocio de Iglesias.
Según la última encuesta publicada hoy por el periódico El Mundo, los partidos de izquierda no obtendrían mayoría absoluta, pues serían 65 los parlamentarios autonómicos que conseguirían con los entre 11 y 12 de Podemos (8,1 % de intención de voto); entre 20 y 22 de Más Madrid (14,9 %), y los 31 del Partido Socialista.
EFE