Con el mundo entero mirando, los príncipes William y Harry se reunieron en el dolor mientras descansaban a su amado abuelo.
Parecían estar avanzando hacia la reconciliación, charlando afablemente después del servicio. Mientras se quitaban las máscaras, William comentó “Sí, fue genial, ¿no?”. A lo que Harry respondió “Fue como él quería”, descifraron los lectores de labios.
Por Express
Traducción libre de lapatilla.com
Los hermanos también hablaron con el arzobispo de Canterbury, y William luego le señaló a su hermano que fue “Un servicio absolutamente hermoso, ah, la música”, según los intérpretes.
Los hermanos separados fueron vistos juntos por primera vez en más de un año mientras caminaban detrás del ataúd del Duque de Edimburgo antes del funeral en el Castillo de Windsor.
Luego fueron captados uno al lado del otro en cámara en un momento privado que podría marcar el comienzo del final de la enemistad que los ha separado desde que Harry se alejó de la familia para buscar una nueva vida en Estados Unidos.
William y Harry no habían caminado hombro con hombro durante la sombría procesión de ocho minutos desde el cuadrilátero del castillo hasta la Capilla de San Jorge, y en cambio estaban a ambos lados de su primo Peter Phillips.
Tampoco parecieron intercambiar una sola palabra o mirada durante la ceremonia.
Pero, en lo que podría ser un momento crucial en su camino hacia el acercamiento, más tarde fueron captados brevemente por la cámara caminando juntos después de que la esposa de William, Kate, se les adelantó después del servicio de la capilla. Hablaron con el arzobispo de Canterbury, y William le dijo más tarde a su hermano: “Un servicio absolutamente hermoso, ah, la música”, dijeron los intérpretes.
Tom Bradby de ITN afirma que “A menudo se dice que los funerales son un momento para la reconciliación y esa es una escena que mucha gente quería ver, sobre todo la familia misma”.
La comentarista Eve Pollard explicó que “Estaban hablando. Posiblemente fueron abrumados por la emoción. Estaban hablando, y eso debe ser una muy buena señal. Esperemos que resuelvan sus problemas recientes porque la Reina los necesita a ambos”.
Se esperaba silenciosamente que la pérdida de su abuelo, a quien tanto William como Harry amaban profundamente, pudiera iniciar un proceso de curación y la autora real Sally Bedell Smith recordó a millones de espectadores estadounidenses el vínculo inquebrantable que comparten, en una entrevista de televisión estadounidense agregó “William tenía 15 años y Harry 12 cuando caminaron detrás del ataúd de su madre, la princesa Diana, y el funeral de su abuelo habrá evocado profundos recuerdos de eso. Hasta la noche anterior al funeral de Diana, todavía estaba indeciso si William y Harry debían caminar en la procesión. Fue Felipe quien les dijo: Si no caminan, lo lamentarán por el resto de sus vidas. Y luego les dijo: Si caminan, yo caminaré con ustedes”.
Ahora, 23 años después y unidos una vez más en el dolor, William y Harry parecían haber dado los primeros pasos tentativos hacia la paz anoche.
Su encuentro en la capilla sigue las afirmaciones de un asistente real de que “las heridas aún están muy abiertas”.
Le tomó el día más triste a la reina reconciliar a los hermanos William y Harry.
Durante el cortejo fúnebre, los hermanos no parecían mirarse. Separados por su primo mayor, Peter Phillips, miraron hacia adelante, marchando al son de un tambor militar constante. Cuando el ataúd del príncipe Felipe se detuvo en los escalones de la capilla de San Jorge, Harry pudo haber recordado el velo de su novia Meghan ondeando sobre estos mismos escalones en su boda hace tres años.
Cómo han cambiado las cosas desde entonces.
Quizás fue la visión de los familiares en duelo lo que le recordó cómo crear su nuevo mundo significaba perder el anterior.
Había espacio entre Harry y William antes y durante el servicio, pero cuando la familia salió, la siempre confiable esposa de William, Kate, rompió el hielo con unas pocas palabras antes de que los dos hermanos se hablaran públicamente por primera vez en más de un año.
Harry ha tenido la oportunidad de construir puentes en esta breve y triste visita, pero al menos debe comprometerse a que no habrá más ataques con púas contra la familia.
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