Nuevamente se ha colocado en el tapete los despropósitos relacionados a la desatinada farsa del Estado Comunal y de “fundar y articular 200 ciudades comunales”. El régimen avanza sin prisa, pero sin pausa en su empeño por complicar más la vida de los venezolanos, añadiendo a los problemas existentes una destructiva utopía sin destino, con nefastas consecuencias políticas y sociales.
En opinión de Paulino Betancourt, Secretario Ejecutivo de Vente Miranda, “dada la pretensión de quienes usurpan el poder de establecer un Estado Comunal, denunciamos esta tentativa fraudulenta de crear una nueva geometría del poder, para transformar la organización político territorial del Estado venezolano y su división político-administrativa, con la intención de instaurar su proyecto político de socialismo comunal, el cual, es visiblemente incompatible con la democracia representativa y participativa, el Estado Federal descentralizado, y el principio del pluralismo político que consagra nuestra Carta Magna. La propuesta constituye una reedición de lo dispuesto en la propuesta de reforma constitucional de 2007 la cual, fue rechazada en el referendo constitucional celebrado el 2 de diciembre de 2007”.
Betancourt agrega: “La comuna es la aniquilación de la República, porque nuestra República está basada en el municipio, como unidad básica de gobierno. Las gobernaciones, alcaldías, consejos municipales, son la base de la república democrática. En esta estructura el voto es universal, directo y secreto. En el Proyecto de Ley se deja el tema abierto sin mayor claridad, solo se menciona que habrá una elección popular, a mano alzada. Por tanto, no hay más elecciones, la votación es de segundo o tercer grado. Lo que cuenta es el colectivo, desaparece el individuo y no habrá autonomía. Este es un sistema que solo sirve para perpetuarse en el poder, con la idea de que los voceros electos a mano es extender el dominio del PSUV”.
Ante la pregunta, ¿Cómo el autoritarismo está reñido con la descentralización, se acaba con la pluralidad? “La pluralidad desaparece, de allí la expresión comuna o nada. El Estado Comunal depende, del Ministerio de las Comunas y de la Vicepresidencia Sectorial para el Desarrollo Social y Territorial, allí es donde desaparece la autonomía individual, elemento fundamental de la democracia. Nuestra condición de ciudadano se pierde, imponiendo un criterio centralista y quedan los vasallos, los súbditos”.
Finaliza Betancourt exhortando “a los sectores democráticos a rechazar la insistente y fraudulenta pretensión de imponer una nueva geometría del poder para consolidar en Venezuela, un Estado Comunal. Convocamos a toda la sociedad civil mirandina a organizarse, para hacer frente a esta amenaza inminente a nuestros valores y tradiciones republicanas y democráticas”.