Un hombre afroamericano con discapacidad mental fue esclavizado por el dueño de un restaurante y obligado a trabajar gratis durante cinco años.
John Christopher, que tiene una “discapacidad intelectual”, fue obligado a realizar trabajos forzados por Bobby Edwards y trabajó 100 horas a la semana bajo su mando en el café J&J en Conway, Carolina del Sur.
Por Metro
Traducción libre de lapatilla.com
Edwards, de 55 años, se declaró culpable de esclavizar a Christopher durante una audiencia judicial en noviembre de 2019 y fue sentenciado a 10 años tras las rejas. El Departamento de Justicia también declaró en ese momento que Edwards debe pagar a su víctima 273.000 dólares en salarios no pagados y compensación por horas extras.
Pero una audiencia judicial reciente , el mes pasado, dictaminó que el pago debería duplicarse, lo que significa que Christopher tiene derecho a 546.000 dólares de Edwards. La decisión fue tomada por la Corte de Apelaciones de Estados Unidos el 12 de abril.
La condena de Edwards en 2019 se produjo después de que se declarara culpable de un cargo de trabajo forzoso por “obligar a un hombre afroamericano con una discapacidad intelectual a trabajar muchas horas en un restaurante sin paga”.
En un comunicado, el Departamento de Justicia dijo que Edwards robó “la libertad y el salario de su víctima”.
“El señor Edwards se ha ganado todos los días de su condena”, comentó la fiscal federal Sherri Lydon, del Distrito de Carolina del Sur. “La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos no tolerará el trabajo forzoso o de explotación en Carolina del Sur, y estamos agradecidos con el ciudadano atento y nuestros socios en la aplicación de la ley que pusieron fin a esta violencia particularmente cruel. Esta esclavitud abusiva de una persona vulnerable es impactante”.
Según documentos judiciales, Edwards golpeó a Christopher con un cinturón, puños y ollas y sartenes.
El trabajo forzoso se llevó a cabo entre 2009 y 2014, y al decidir duplicar el monto de la compensación por la terrible experiencia de Christopher, el Tribunal de Apelaciones dijo que la audiencia judicial inicial no tuvo en cuenta adecuadamente las leyes laborales federales.
Al detallar sus conclusiones, la corte de apelaciones explicó: “El salario mínimo y la compensación por horas extra deben pagarse sobre una base actual a medida que se realiza el trabajo, de modo que un empleado reciba la compensación prescrita sin demora. Cuando un empleador no paga esas cantidades, el empleado sufre pérdidas, lo que incluye la pérdida del uso de ese dinero durante el período de demora”.