Un jurado ordenó el pago de $2 millones de dólares a una exempleada de un restaurante Burger King en Orlando, Florida, a la que despidieron por tener un tubo endotraqueal.
El Orlando Sentinel reportó esta semana que Ashley Merard demandó a la franquicia Magic Burgers LLC por violar la Ley de Estadounidenses con Discapacidades ante la Corte de Distrito de Orlando.
El jurado que vio el caso determinó el 4 de mayo que a la demandante se le debía pagar $2 millones por daños. Adicional, se le deben acreditar $30,000 por el dolor emocional y la angustia mental a la que fue sometida, y otros $15,519.60 por la pérdida de salario.
Jesse Drawas, abogado de Magic Burgers LLC, dijo a Fox News que la compañía está decepcionada con el resultado y planea apelar el veredicto.
Según los argumentos vertidos en el tribunal, Merard fue contratada en el local de Burger King en el 2017, un año después de sufrir un accidente de auto que la obligó a portar un tubo traqueal que se inserta a través de la boca.
El paciente respira por medio de ese tubo cuando no lo puede hacer por sí mismo.
El gerente general del espacio estaba al tanto de la situación de salud de la mujer cuando la entrevistó.
Después de haber iniciado labores en el restaurante de comida rápida, un oficial administrativo de alta jerarquía le dijo que tenía que abandonar el puesto debido al uso del tubo, y fue despedida en agosto de 2017.
La perjudicada trabajó en el espacio por seis semanas.
Los operadores del restaurante alegaron ante la Corte que supuestamente Merard dejó de laborar por decisión propia y sin decirle a nadie.
Ese argumento fue rechazado al rotativo por el abogado de la mujer, David Barszcz.