La falla de los servicios públicos perjudica la venta de comida rápida en el territorio nacional. No obstante, los comerciantes se las ingenian para continuar con sus ventas, implementan diferentes mecanismos para no caer ante las adversidades.
Por: El Periodiquito
Ya no solo es el problema de energía eléctrica con el que hay que luchar para poder obtener ganancias, sino que la falta de agua potable, de gas y hasta de combustible para hacer las entregas, se suman a la larga lista de obstáculos que a diario deben sortear quienes busca ganarse la vida vendiendo comida.
Luz Velásquez, vendedora de perros calientes y hamburguesas, indicó que ante la escasez del gas doméstico ha recurrido a las cocinas eléctricas, sin embargo, las fallas de energía también están presentes y “entorpece” las ventas, porque no puede cocinar sus productos.
“Si no es la luz es el gas. Ya no sabemos qué hacer”, expresó. Precisó que hay semanas en las que compra el cilindro en divisas, porque no tiene más opción.
Ante la escasez de combustible y las largas colas de vehículos en las estaciones de servicio de Maracay, hay comerciantes que recurren a las bicicletas para cumplir con el delivery, pero oportunidades en los que tienen que suspender las entregas.
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