Otro diario venezolano deja de circular por falta de papel

Otro diario venezolano deja de circular por falta de papel

Los venezolanos lamentan la desaparición de muchos diarios impresos en el país.

 

El diario venezolano El Tiempo, de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, en el oriente del país, anunció que dejará de circular su versión impresa para continuar en su página web citando, entre otros motivos, la inflación y el “agotamiento” del papel periódico.

Por Carolina Alcalde / vozdeamerica.com





El medio publicó este martes un editorial donde informan la decisión y destacan que sostuvieron el periódico “en aguas adversas, cada vez más salvajes”.

Argumentan en el texto problemas como la falta de efectivo de la moneda nacional, el bolívar, la inflación que vive el país, “el agotamiento del papel periódico”, el desabastecimiento de combustible y la pandemia.

“Decir adiós siempre es difícil, pero a la vez estamos conscientes de que para que el buen periodismo prevalezca hay que transitar las nuevas vías de comunicación”, destaca el medio.

Aseguran que esta acción los toma “preparados” y “ya avanzados”, en su página web y redes sociales, pero especialmente “con un equipo de reporteros que tomó las calles para seguir haciendo el periodismo que distingue a El Tiempo”.

El gremio periodístico nacional no fue ajeno a la noticia. El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Venezuela calificó el cierre de “lamentable” e indicó que Anzoátegui se suma a las 10 entidades, de 23 que tiene el país, “huérfanas de medios impresos”.

El Colegio Nacional de Periodistas, seccional Caracas, replicó la noticia explicando que se da “luego de una destacada historia, manteniendo encendida por más de 60 años la llama de la libertad de prensa y opinión”.

El Tiempo se une a medios venezolanos como El Nacional, que dejó de circular impreso en 2018 y que recientemente le embargaron su sede, que migraron a internet en los último años.

La ONG venezolana Espacio Público registró en casi 400 violaciones de libertad de expresión en 2020, en la que la mayoría de las víctimas eran periodistas o reporteros y medios de comunicación.