Los talibanes advirtieron este miércoles a los países vecinos de Afganistán que no tolerarán la presencia en sus territorios de bases de Estados Unidos, después de que Washington complete la retirada total de sus tropas de la nación asiática el próximo septiembre.
“Hemos asegurado que nuestro territorio no será utilizado contra nadie, y a cambio pedimos a los demás que no usen su suelo y espacio aéreo contra nuestro país”, dijo la formación insurgente en un comunicado.
La reacción de los talibanes llega después de que medios afganos y paquistaníes informasen de la posible construcción de bases estadounidenses en Pakistán cerca de la Línea Durand, frontera creada tras un acuerdo entre los británicos y Kabul en el siglo XIX y no reconocida por Kabul.
Sin embargo, el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mahmood Qureshi, ya se había mostrado tajante contra esto hace dos semanas, al afirmar que “ninguna base extrajera estará presente en Pakistán”.
Los talibanes aseguraron hoy que los países que “cometan el error” de permitir bases estadounidenses en su territorio “serán responsables de cualquier crisis y problema”.
“Los musulmanes afganos y la nación muyaidín no se quedarán callados ante estas malvadas y provocativas acciones”, dijo la formación.
Los talibanes afirmaron que la presencia de tropas extranjeras en la región es la fuente principal de las dos décadas de guerra vividas en Afganistán.
La advertencia llega el mismo día en que la formación insurgente quiso asegurar a las embajadas y ONG extranjeras de que no serán blanco de ataques, un día después de que Australia anunciase el cierre de su legación diplomática.
Estados Unidos comenzó el pasado 1 de mayo la retirada definitiva de sus cerca de 2.500 tropas del país asiático, junto a las 7.000 de la OTAN, en un proceso que finalizará el próximo 11 de septiembre.
Funcionarios estadounidenses han repetido en varias ocasiones durante las últimas semanas que, tras la salida de las tropas, Washington podría mantener su presencia militar en la región para responder a amenazas y apoyar a sus aliados regionales.
La retirada tiene lugar en un contexto de creciente violencia en Afganistán, especialmente en las últimas tres semanas debido a una serie de ofensivas insurgentes en varias provincias.
EFE