Miles de personas y algunos trabajadores humanitarios se apresuraron a huir de la ciudad congoleña de Goma el jueves, después de que las autoridades dijeran que podría producirse una segunda erupción volcánica sin previo aviso.
Treinta y una personas murieron el sábado por la noche cuando el Monte Nyiragongo, uno de los volcanes más activos del mundo, entró en erupción, enviando una pared de lava naranja hacia la ciudad lacustre de unos 2 millones de habitantes, destruyendo 17 pueblos en el camino.
La lava se detuvo a sólo 300 metros del aeropuerto de Goma, el principal centro de operaciones de ayuda en el este de la República Democrática del Congo. Gran parte de la ciudad se salvó, pero desde entonces cientos de terremotos han destruido edificios y abierto grietas en la tierra.
Según dijo Ndima Kongba, gobernador militar de la provincia de Kivu Norte, los datos sísmicos y de deformación del terreno indican la presencia de magma -la roca fundida que normalmente permanece bajo la corteza terrestre- bajo Goma, que se extiende junto al lago Kivu.
“Teniendo en cuenta estas observaciones científicas, no se puede descartar en la actualidad una erupción en tierra o bajo el lago, y podría producirse con muy poco o ningún aviso”, dijo Kongba.
El jueves por la mañana, muchas personas salieron de la ciudad a pie, con enormes fardos en la cabeza. Otros huyeron en coche, generando atascos en toda la ciudad, o en grandes embarcaciones que por el lago Kivu.
Reuters