Gestionar el futuro del portugués Cristiano Ronaldo y del argentino Paulo Dybala, ambos con contratos que expiran en 2022, recuperar el cetro de campeón de Italia y romper la maldición de la Liga de Campeones, trofeo que le falta desde 1996, son los grandes retos que esperan a Massimiliano Allegri en su regreso al Juventus.
Dos años después de separarse del club turinés, cuya dirección deportiva apostó, sin los resultados esperados, por una filosofía de juego más ofensiva, Allegri formalizó este viernes su regreso al Juventus en sustitución de Andrea Pirlo, decidido a abrir una nueva etapa ganadora.
Para hacerlo deberá gestionar una serie de situaciones complicadas: el club pagó duramente las consecuencias económicas del coronavirus y el futuro de Cristiano, Dybala y del español Álvaro Morata está en el aire.
EL ENIGMA CRISTIANO
Con un solo año de contrato por delante, el futuro de Cristiano sigue en duda y su reciente mensaje publicado en Instagram aumentó la incertidumbre en Italia sobre sus planes.
“La Supercopa italiana, la Copa Italia y el título de máximo artillero me llenan de alegría, sobre todo por la dificultad que requieren en un país en el que no es fácil ganar. Con estos logros, conseguí el objetivo que me puse desde el primer día en el que llegué a Italia: ganar la Serie A, la Copa y la Supercopa, y ser además el mejor jugador y el máximo artillero”, escribió Cristiano el pasado lunes, con un mensaje enigmático sin referencias explícitas a su futuro.
El luso, fichado en 2018 por 117 millones de euros, procedente del Real Madrid, acabó esta temporada como máximo artillero de la Serie A, pero también con el profundo disgusto de caer en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Oporto, sin ser protagonista.
DYBALA, ¿PIEZA CLAVE EN EL CAMPO O EN EL MERCADO?
Tras vivir la peor temporada de su carrera en el Juventus, al disputar apenas 25 partidos y marcar cinco goles, también a causa de unas graves lesiones, Dybala se encuentra ante una encrucijada.
Allegri le aprecia, aunque nunca le consideró un delantero centro, sino un media punta. Deberá decidir si apostar por la “Joya” como elemento clave de su juego, o sacrificarle en el mercado para financiar nuevos fichajes.
Su valor de mercado, que en 2018 llegó a tocar los 110 millones de euros, se quedó en unos sesenta millones en la actualidad, según el portal especializado “Transfermarkt”.
Con el técnico toscano, Dybala vivió los momentos más altos de su carrera en el Juventus, al marcar 23 goles en el curso 2015-2016, y 26 en el curso 2017-2018.
MORATA, UN DELANTERO PARA LAS NOCHES DE GALA
Allegri se reencontrará en el Juventus con Morata, al que ya entrenó en el curso 2014-2015 y con el que rozó la gloria europea, al perder la final de la Liga de Campeones de 2015 contra el Barcelona.
“Morata es un jugador muy bueno en los partidos únicos. Conmigo marcó dos goles en las semifinales contra el Real Madrid, en ida y vuelta, y en la final contra el Barcelona. En los partidos únicos es tremendo”, aseguraba recientemente Allegri.
El Juventus le incorporó el año pasado cedido por una temporada desde el Atlético Madrid. Tiene derecho de prolongar esta cesión un año más a cambio de diez millones de euros y de formalizar un eventual fichaje a título definitivo el año siguiente por unos 35 millones.
El técnico toscano tuvo un rol determinante en el crecimiento de Morata, que anotó veinte goles en 44 partidos este año con Andrea Pirlo en el banquillo. Le tocará ahora convertir al madrileño en un delantero “top” para competir por todo en Italia y en Europa.
LA COPA DE EUROPA, UNA MALDICIÓN
Pero el desafío más grande que espera a Allegri es el mismo que le acompañó en su primera etapa: ganar la Liga de Campeones.
El Juventus ganó este trofeo por última vez en 1996 y perdió siete de las nueve finales disputadas. Allegri rozó dos veces la gloria, pero se rindió en la final de 2015 ante el Barcelona y en 2017 ante el Real Madrid.
Con Allegri, el conjunto juventino también alcanzó los cuartos de final en 2018, al caer de nuevo ante el Madrid, y se rindió dos veces en los octavos, ante el Bayern Múnich en 2016 y ante el Lyon en 2019.
EFE