En 2013 Kim Kardashian y Kanye West compraron una mansión en la exclusiva urbanización de Hidden Hills que sometieron a unas reformas faraónicas a lo largo de los cuatro años siguientes para convertirla en el ‘monasterio belga futurista’ que había concebido el rapero.
Por: Diario NY
En 2020 por fin mostraron al mundo el resultado final de tantos esfuerzos, que había elevado el valor de la propiedad de $20 a $60 millones de dólares, en la portada de la famosa revista Architectural Digest, justo un año antes de que la celebridad solicitara el divorcio alegando diferencias irreconciliables.
Según todos los rumores, Kim se quedará la impresionante vivienda -Kanye ha pasado gran parte del período de confinamiento en su rancho de Wyoming- para ofrecer a sus cuatro hijos en común una sensación de estabilidad, pero también se habría propuesto adaptarla a sus propios gustos.
De acuerdo a la información que publica ahora el periódico Daily Mail, ella ha mandado instalar un huerto y un jardín frutal orgánico con un diseño laberíntico por el que se puede caminar fácilmente gracias a las cajas a modo de jardineras que atraviesan el terreno por encima del nivel del suelo. Además, planearía seguir plantando más árboles en la propiedad.
Hace unos meses Kim explicó en sus redes sociales que contaba con varias neveras en su despensa -una de ellas está destinada solo a guardar bebidas a base de almendra o avena porque cada uno de sus retoños consume un tipo diferente de leche- porque estaba empezando a cultivar sus propias verduras orgánicas y necesitaba espacio para almacenarlas.