Científicos de la Universidad Clemson (Carolina del Sur, EE.UU.) han identificado en el cerebro de la mosca de la fruta un grupo de células específicas que son afectadas por la exposición aguda a la cocaína, un hallazgo que podría sentar las bases para el desarrollo de fármacos para tratar o prevenir la adicción a esta droga en seres humanos.
Por Actualidad RT
La investigación, publicada recientemente en la revista Genome Research, decidió estudiar los efectos neurológicos de la cocaína sobre la expresión génica en el cerebro. Dada la dificultad de abordar el fenómeno en poblaciones humanas —por factores ambientales y genéticos— un grupo de genetistas dirigidos por Trudy Mackay y Robert Anholt decidió buscar una respuesta utilizando moscas de la especie ‘Drosophila melanogaster’, detalla la universidad en un artículo.
De este díptero se conoce el mapa completo de su genoma y aproximadamente el 70 % de sus genes tienen homólogos humanos, lo que proporciona un modelo comparable. Así, los expertos expusieron moscas hembra y macho a cantidades fijas de sacarosa enriquecida con el alcaloide para luego observar su comportamiento. Tras observar los efectos fisiológicos y conductuales, diseccionaron sus cerebros y los disociaron en células individuales.
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