El país se está muriendo de hambre y de mengua. Todo el mundo sabe de la catástrofe humanitaria que sufrimos y de la violencia del régimen socialista que incluye la actuación impune de los colectivos armados y de las bandas criminales que son la misma cosa. Hugo Chávez acabó con el país y Nicolás Maduro lo está rematando. Ahí, en el Apure, está graficado el ejemplo con el entreguismo de Padrino López y su asociación con las mafias. Pero, hubo un alto, y en Miraflores fue el coronaparty del cumpleaños presidencial y para más señas, tuvieron el tupé de transmitirlo por el sistema público de medios del Estado como una gran cosota.
Un regalito sorpresa para Nicolás, fue la breve actuación del cantante Bonny Cepeda. Recuerdo muy bien el video. De repente apareció, en medio de los adulantes festejando al responsable de la tragedia venezolana que se fingió sorprendido porque ya sabía que un regalito le tenían preparado. Mínimo, Bonny cobró $ 60 mil dólares, como no le quedó más remedio que confesar al desvergonzado cantante. Los demás intérpretes deben estar escondidos para no revelar los otros miles porque que cobraron, sin contar el boleto aéreo, el hospedaje y otros lujos. Lo peor es que Nicolás es supe-echón, vanidoso, ostentoso hasta en la manera de vestir y exhibir relojes de pulsera de alta cotización. Así como “se batió una”, cuando se vacunó y vacunó a los suyos, y no sería con una vacuna china o rusa, se lució ante Raimundo y todo el mundo con una de sus fiestas, porque la pea debió durar varios días. Así como las agarraba en el barrio 70 de El Valle, antes de ser el reposero que fue del Metro de Caracas, ahora la diferencia está en que da un chasquido de los dedos y un avión de la fuerza armada le trae al cantante o la cantante, el actor o la actriz que quiere conocer en persona. “Pa’ eso hay rial de sobra, no joda”, le comenta al edecán de turno.
Así que, camaradas, ¿cómo seguir engañados por Maduro y sus secuaces? Mientras que ustedes tienen que demostrar que están inscritos en el PSUV y hacer el trabajo sucio de la UBCH, engatusar a la gente para quedarse con un poquito más de las bolsas del CLAP, jalar mecate para ser vacunados, sapear a los vecinos y a los propios familiares, saberse que son cuatro gatos pero tienen que dejarse fregar la vida por la rosquita de los colectivos armados, nada más y nada menos que Nicolás fácil llega al millón de dólares saqueados al Estado, para sus caprichosa semana de cumpleaños. No es justo, ¿verdad?