La industria petrolera venezolana pierde un centro de operaciones clave en medio de un escenario marcado por fallas en la gerencia chavista y las sanciones norteamericanas
Pedro Pablo Peñaloza // Crónicas del Caribe
En un ensayo publicado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) sobre las relaciones entre Venezuela y el Caribe Neerlandés, el profesor Gerardo González Maldonado destaca que “el crudo venezolano que llegaba a las islas era un símbolo muy poderoso de modernidad, que además era un componente importante del sector laboral curazoleño, y para la creación de empleos en Aruba y Bonaire”.
“En el siglo XX las inversiones en materia energética con la construcción de refinerías en Curazao y Aruba, y depósitos de combustible en Bonaire han sido fuente de empleo y bienestar”, sostiene González Maldonado.
Pero en este centuria, bajo el régimen chavista, todo se derrumbó. Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no solo ha perdido terreno en el Caribe Neerlandés sino que sus siglas ahora se asocian con demandas, corrupción, fracasos y sanciones.
“Por sus operaciones de internacionalización, Pdvsa ha tenido una posición importante en el Caribe Neerlandés, utilizando este espacio geográfico como una especie de hub estratégico para el almacenamiento, refinación y comercialización de crudo”, explica a Crónicas del Caribe el abogado José Ignacio Hernández, profesor de la Universidad de Harvard y quien fungió como procurador especial del gobierno interino de Juan Guaidó.
La situación de PDVSA en el Caribe es cada vez más compleja. En marzo Bonaire Petroleum Corporation solicitó la protección de bancarrota. En mayo, una Corte ratificó la condena a favor de Refineria di Korsou.
— Jose Ignacio Hernández G. (@ignandez) May 21, 2021
Hernández señala una serie de factores que habrían socavado las bases de la estatal petrolera en la subregión. “El sobreendeudamiento, la caída de la producción, problemas severos de flujo de caja y el diferimiento de los pagos hizo que las operaciones en el Caribe Neerlandés se vieran afectadas por incumplimientos contractuales”, resalta el experto.
Al cuadro anteriormente descrito, imputable a las desviaciones de la gerencia chavista, se sumaron a partir de 2019 las sanciones impuestas por la administración del expresidente Donald Trump con el objetivo de forzar la salida de Nicolás Maduro de Miraflores.
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