Brasil autoriza el envío de tropas a su mayor reserva indígena ante ataques

Brasil autoriza el envío de tropas a su mayor reserva indígena ante ataques

El decreto que autoriza el envío de la Fuerza Nacional de Seguridad tiene vigencia de 90 días pero el plazo puede ser prorrogado. EFE/Jarbas Vasconcelos/Archivo

 

 

 





El Gobierno brasileño autorizó este lunes el envío de agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad a la reserva Yanomami, el mayor territorio indígena del país, para reprimir los ataques que los aborígenes vienen sufriendo por parte de “garimpeiros” (mineros ilegales).

El envío de los refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad, un cuerpo de elite de policías militarizados, fue autorizado en un decreto del Ministerio de Justicia y Seguridad Nacional publicado en la edición de este lunes del Diario Oficial.

Los agentes, en un número que aún no fue divulgado por medidas de seguridad, montarán su base en Boa Vista, la capital del estado amazónico de Roraima, desde donde reforzarán la seguridad de la mayor reserva indígena del país y ofrecerán apoyo a la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai).

En esta reserva, con cerca de 9,7 millones de hectáreas en la región amazónica fronteriza entre Brasil y Venezuela, residen cerca de 26.780 indígenas de 8 etnias diferentes, en su gran mayoría Yanomamis, distribuidos en pequeñas aldeas.

Sus riquezas minerales, principalmente oro, y madereras han atraído desde hace décadas la presencia de madereros y de “garimpeiros”, lo que se ha convertido en motivo de conflictos permanentes y hasta de matanzas de indígenas.

Según la Asociación Yanomami Hatukara, que representa a las etnias que viven en la reserva, actualmente unos 20.000 “garimpeiros” actúan ilegalmente en el territorio indígena y no solo la explotan sino que también contaminan sus ríos por el uso de mercurio en sus labores y transmiten enfermedades a la población indígena.

El decreto que autoriza el envío de la Fuerza Nacional de Seguridad tiene vigencia de 90 días pero el plazo puede ser prorrogado.

EFE