La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy la necesidad de que la OTAN busque un “equilibrio” en su relación con China, país al que definió como un “rival de la alianza”.
“China es un rival en muchos ámbitos y un aliado en muchos otros”, por lo que “tenemos que encontrar un equilibrio”, dijo Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre de la OTAN que se celebró este lunes en Bruselas.
En este sentido, dijo que “es muy importante que, como se hace con Rusia, hay que presentar una oferta de diálogo político” a China.
Y al mismo tiempo, la OTAN también tiene que estar preparada “ante las amenazas, que las hay”, dijo Merkel al término de la que fue su última reunión de la Alianza, antes de las elecciones parlamentarias que Alemania celebrará en septiembre.
“Cuando se observa la cooperación entre Rusia y China, no se puede menospreciar a China”, aseguró la canciller.
No obstante, la dirigente alemana reconoció que la relación con China debe abordarse dentro del proceso de reflexión sobre el “concepto estratégico” que está llevando a cabo la Alianza, de cara a 2030.
Aunque los aliados han dedicado parte de su reunión a hablar del reto que supone Pekín, “en la discusión ha quedado claro que para algunos (países) el desafío de Rusia es el más grande”, constató Merkel.
Por eso, aunque el “ascenso económico y militar de China es un asunto” a tener en cuenta, “esto no quiere decir que desplacemos nuestras obligaciones” con los aliados y los países vecinos de la OTAN, aseguró, en relación a las intervenciones de Moscú en Ucrania o Bielorrusia.
A su llegada a la cumbre, Merkel también quiso dar la “bienvenida” al presidente estadounidense, Joe Biden, en su primera cumbre en la OTAN desde que asumió el poder y dijo que “nos alegramos de nuestro trabajo común” con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
EFE.