El abogado británico Karim Khan asumió este miércoles como nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) un cargo en el que podría pedir la apertura de una investigación formal contra el régimen de Nicolás Maduro y deberá hacer frente a otros temas complejos, como pesquisas sobre el conflicto israelo-palestino, Afganistán o Filipinas.
“Me comprometo a cumplir con mis funciones y a ejercer mi poder como fiscal de la Corte Penal Internacional con honor, fidelidad, imparcialidad y concienzudamente”, dijo Khan, de 51 años ante la sede de la institución, en La Haya.
Este abogado sucede a la gambiana Fatou Bensouda, que terminó su mandato de nueve años, y es saludada por haber ampliado la labor de la CPI, aunque también sufrió varios reveses, como la absolución del expresidente marfileño Laurent Gbagbo.
Bensouda dijo en los últimos días que tenía la intención de pedir una investigación formal sobre los crímenes cometidos por las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, pero que se vio impedida en el último momento después de que Caracas pidiera a los jueces que tomaran el control del caso. Se espera su decisión para poder avanzar en el tema.
“Con respecto a Venezuela, me había comprometido a llegar a una determinación final, en la medida de lo posible, durante el resto de mi mandato. Quizás en anticipación a ese resultado, como habrán visto en los medios de comunicación, una sala de la CPI recibió un expediente del Gobierno de Venezuela solicitando a la Sala que ejerciera control judicial sobre la realización de nuestro examen preliminar. Esto fue presentado de manera confidencial, por lo que no puedo referirme a ellas en detalle, aunque el hecho de su presentación ha sido mencionado públicamente por las propias autoridades venezolanas”, escribió Bensouda, una carta de despedida.
El examen preliminar de la Fiscalía de la CPI, abierto a Venezuela en febrero de 2018, estudia supuestos abusos de las fuerzas de seguridad en manifestaciones y cárceles desde, al menos, abril de 2017.
En la misiva, la fiscal jefa de la CPI dice que había llegado a una conclusión final sobre la investigación y que estaba preparada para presentarla, pero que con el recurso presentado por el régimen de Maduro, ha decidido esperar la decisión de la sala de la CPI antes de hacer cualquier anuncio.
Estará en el cargo por nueve años
Khan, especialista de derechos humanos, ocupaba antes el cargo de subsecretario general de Naciones Unidas, donde estuvo encargado de dirigir una investigación especial de la ONU sobre los crímenes del grupo yihadista Estado Islámico. También ha intervenido del lado de la defensa en varios juicios ante la CPI, en particular para Seif al-Islam, un hijo del exdirigente libio Muammar Gadaffi.
Khan juró públicamente su cargo en una ceremonia en la CPI, lo que le convierte en el tercer fiscal del tribunal desde su fundación en 2002 para juzgar a personas por los peores crímenes del mundo, y estará por nueve años en el cargo.
Bensouda le ha dejado una bandeja de entrada repleta, que incluye una investigación sobre la guerra contra las drogas en Filipinas que anunció el lunes, una investigación sobre presuntos crímenes de guerra de Estados Unidos en Afganistán y el conflicto palestino-israelí. La investigación de la CPI sobre el conflicto palestino-israelí de 2014 en Gaza promete ser la más polémica de la historia del tribunal. Bensouda también tenía intención de abrir investigaciones sobre Ucrania y Nigeria, pero las ha dejado en manos de Khan.
Mientras tanto, el abogado británico tendrá que enfrentarse a la oposición frontal de países clave que se han negado a adherirse a la CPI, como Estados Unidos, Israel, China y Rusia.
Amnistía Internacional dijo que el nombramiento de Khan era una oportunidad para la “revitalización” de la CPI, pero que se enfrentaría a retos en el puesto. “Estará bajo presión y esperamos que proceda como Fatou Bensouda, con independencia y sin miedo ni favoritismos”, dijo a la AFP Matthew Cannock, director del Centro para la Justicia Internacional de Amnistía.
Sin embargo, Khan podría beneficiarse de una nueva administración estadounidense menos conflictiva, en comparación con el gobierno del ex presidente Donald Trump, que impuso sanciones a Bensouda. AFP