Simo Hayha escribió, sin dudas, un párrafo aparte dentro de la historia de la Segunda Guerra Mundial. Este finlandés, de apariencia pequeña y delgada, combatió contra los soviéticos en la Guerra de Invierno y llegó al impresionante número de 542 bajas confirmadas, aunque pueden ser más. Causó tanto temor en el bando contrario que los mismos rusos lo apodaron como “La muerte blanca”.
Por Clarín
Aniquilar más de quinientos hombres en menos de cien días puede ser una tarea difícil para un soldado promedio. Pero no para este cazador empedernido que se aprovechó de su exquisita puntería y su sigilo profesional para derribar tantos hombres del bando soviético como pudo. Él no contaba sus bajas pero sus compañeros sí. Y los números, incluso, pueden ser mayores de los que se conocen.
Pero, ¿quién fue realmente “La muerte blanca”? Y, ¿cómo llegó a escribir su propia historia dentro de la Segunda Guerra Mundial? Simo Hayha nació el 17 de diciembre de 1905 en el pueblo de Rautjarvi, en lo que en aquel entonces se conocía como Gran Ducado de Finlandia. A los 20 años inició su servicio militar y ya se podía prever que tenía futuro como francotirador de élite.
Un apodo que lo identificaba
Era hábil, rápido y no paraba hasta lograr su objetivo. Se destacaba en tiro, caza y también en esquí. En sus entrenamientos era común que pasara largas horas disparando hasta lograr dar con el máximo score. Llegó a hacer blanco perfecto seis veces en un minuto, con un objetivo a 150 metros de distancia. Pero su oficio en el mundo del gatillo coincidió con una vida tranquila, de campo y familia.
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