Expuestos a los robos, la lluvia, la acera fría y un pavimento que cada vez se hace más incómodo es como pasan los guaros las horas en la madrugada para poder tramitar el documento de identidad en las oficinas del Saime. Y es que quienes no pernocten en las inmediaciones quedan fuera del listado de 150 personas que atiende el ente en el día.
Lorena Rojas // LA PRENSA DE LARA
“Sabía que me tenía que venir a quedar, me parece inhumano que para estar identificados tengamos que vivir esto, ya que es un derecho al que todos deberíamos tener acceso“, dijo Libia Kauwán, quien llegó el martes a las 3 de la tarde y eran las 11 de la mañana del miércoles y aún no había pasado a la oficina del Saime ubicada en la avenida Lara.
Un sacrificio similar le tocó hacer a Alexis Gutiérrez, un hombre de unos 60 años. Su travesía comenzó a las 3:00 a.m. del miércoles, a esa hora salió a pie desde su casa en Cerritos Blancos al oeste de la ciudad hasta la avenida Lara para intentar tener suerte y tramitar la cédula que tiene vencida desde hace meses.
“Llegué temblando, porque me tuve que venir caminando desde El Obelisco. Justo quedé de 150, llegué en la rayita“, aseguró.
Quienes pernoctan en las oficinas dicen tener miedo de dormir en ese espacio abierto, pero deben hacerlo ya que por tener la cédula extraviada o vencida son muchos los tramites que no pueden hacer.
El caos es también a la hora de la entrega, pues deben hacer una kilométrica cola. “Estamos esperando que nos entreguen la cédula, hicimos todo el proceso, incluso dormimos aquí“, comentó Celia García.
En el caso de la oficina de El Ujano, guaros denunciaron la “palanca” que tienen los funcionarios policiales para no hacer la cola. “Atienden a 200 personas por día, pero ahí también cuentan a los que tienen palanca, es por eso que muchas personas quedan por fuera“, comento Rainer Mendoza.