Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea “condenaron” y “rechazaron” este jueves “los intentos de terceros países de instrumentalizar a los inmigrantes para sus intereses políticos”.
Así lo subrayaron en las conclusiones de la cumbre de dos días que iniciaron hoy en Bruselas.
Los líderes europeos señalaron que los “flujos irregulares” han disminuido en los últimos años gracias a la acciones llevadas a cabo por la UE y los países europeos, pero subrayaron que “los acontecimientos en algunas rutas son motivo de preocupación, requieren una vigilancia continua y una acción urgente”.
Además, pidieron “intensificar las asociaciones y la cooperación mutuamente beneficiosa con los países de origen y tránsito”, con el fin de “prevenir la pérdida de vidas y reducir la presión en las fronteras europeas”.
En este sentido, los jefes de Estado y de Gobierno pidieron a la Comisión Europea y al alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que presenten un plan de acción en otoño de este año para los países origen y tránsito “prioritarios”, sin precisar de qué Estados se trata.
Bruselas ha defendido en las última semanas a España ante la crisis migratoria con Marruecos, que abrió sus fronteras para que llegaran unos 8.000 personas a Ceuta, ante la posición de Madrid frente al Sáhara occidental y el tratamiento en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario Brahim Ghali.
No obstante, fuentes diplomáticas indicaron que el debate migratorio de hoy no se introdujo a petición del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sino a raíz del problema de los inmigrantes que están llegando a la UE desde Bielorrusia.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, pidió ayuda a Frontex para “mejorar el control de la frontera” entre su país y Bielorrusia, dado que el régimen de Alexandr Lukashenko ha convertido “en una política oficial” el “envío de migrantes”.
Nauseda aseguró que en los últimos meses la llegada de migrantes desde Bielorrusia “ha aumentado drásticamente”, principalmente sirios, iraquíes e iraníes.
Actualmente, “1.500 iraquíes están esperando en Minsk para tener la posibilidad de cruzar la frontera con la UE”, aseguró a su llegada a la cumbre.
“Hay vuelos entre Minsk y Bagdad, Minsk y otras capitales de la región para aumentar la llegada de personas” que entran en la UE, aseguró el presidente lituano.
EFE.