Diferentes sectores políticos condenaron este viernes el atentado que sufrió el helicóptero en que viajaba el presidente colombiano, Iván Duque, que fue impactado por disparos cuando se disponía a aterrizar en la ciudad fronteriza de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander.
El presidente confirmó que en la aeronave, que partió desde la localidad de Sardinata, también viajaban los ministros de Defensa, Diego Molano, y del Interior, Daniel Palacios, además del gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano.
“Los terroristas y el narcotráfico no podrán amedrentar jamás a esos 49 millones 900.000 colombianos honestos que trabajamos por un futuro de progreso y equidad para toda Colombia”, reaccionó a través de sus redes sociales la vicepresidenta y canciller del país, Marta Lucía Ramírez.
Duque, quien estuvo hoy en Sardinata donde presentó avances del programa “Paz con legalidad” relacionado con la implementación del acuerdo firmado en noviembre de 2016 con la guerrilla de las FARC, calificó el ataque con disparos de “atentado cobarde” y dijo que “tanto el dispositivo aéreo como la capacidad de la aeronave evitaron que ocurriera algo letal”.
El partido oficialista Centro Democrático reprochó el atentado y señaló que “además de ser un ataque contra su integridad, es un ataque contra la institucionalidad”.
Y los ministros Molano y Palacios, que viajaban en la aeronave, también se sumaron a la condena, pidiendo que “el temor lo sientan los cobardes que atentaron”, en palabras del titular de Defensa, mientras que el de Interior alegó que “¡No nos dejaremos amedrentar de criminales!”.
RECHAZO DESDE LA OPOSICIÓN
Diferentes sectores políticos repudiaron el ataque y lo consideraron como un atentado contra la democracia del país, que vive momentos de agitación social por las protestas contra el Gobierno de Duque.
“Cualquiera que sean las distancias que nos separen, rechazo el atentado contra el presidente. Una democracia consiste en que nadie muera por sus ideas”, dijo por medio de sus redes sociales el senador líder de la oposición y rival en la segunda vuelta de las últimas presidenciales, Gustavo Petro.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que este es “un atentado contra ciudadanos, contra el presidente y contra nuestra democracia”, y afirmó que a “Colombia la tenemos que cuidar de la radicalización y la romantización de toda forma de agresión violenta”.
En ese sentido también se pronunció el senador de izquierdas Iván Cepeda, uno de los principales opositores de Duque, quien manifestó en Twitter su “absoluto rechazo a este atentado”.
En la convulsa región del Catatumbo tienen presencia la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN); un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno como una banda criminal; disidentes de la extinta guerrilla de las FARC, y grupos narcotraficantes que se enfrentan por el control territorial.
“Repudio categóricamente el atentado contra el helicóptero en el que viajaba el Pdte. Iván Duque y sus ministros de interior y defensa”, manifestó por su parte el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) también condenó el ataque en las redes sociales, así como la embajadora de la UE en Colombia, Patricia Llombart, que añadió su “solidaridad con el país y con los colombianos”.
Igualmente se pronunció el expresidente colombiano, Álvaro Uribe, mentor político del primer mandatario, quien valoró que “por fortuna el presidente Duque y los integrantes de su comitiva salieron ilesos”.
EFE