El número de muertes diarios por la ola de calor que azotó el noroeste del Pacífico en la última semana y la cifra de personas atendidas por personal médico debido a las temperaturas muy por encima de los 100 grados Farenheit, sugiere que el número de víctimas por el calor extremo seguirá en aumento.
En Oregon, en el estado de Washington y en British Columbia, Canadá, las autoridades investigan cientos de muertes relacionadas con las peligrosas temperaturas que iniciaron el 25 de junio y que recién empezaron a moderarse este martes en algunas zonas.
De acuerdo el médico forense del estado, la cifra de muertos en Oregon es de al menos 79, y la mayoría ha ocurrido en el condado de Multnomah, que abarca la ciudad de Portland. Entre los fallecidos se encuentran un inmigrante guatemalteco que colapsó mientras trabajaba en un vivero de plantas en una zona rural de Oregon.
En Canadá, Lisa Lapointe, jefe de la Ofician del Médico Forense de British Columbia, informó que esa dependencia había recibido informes de al menos “muertes repentinas e inesperadas”; entre el 25 de junio y este miércoles.
Por lo general, dijo que unas 165 personas morirían en esa provincia durante un período de cinco días. Señaló que era demasiado pronto para confirmar cuántas muertes estaban relacionadas con el calor, pero que probablemente estaba detrás de la mayoría.
Por su parte, las autoridades del estado de Washington han relacionado unas 30 muertes por la ola de calor. Esta semana se reportaron más casos que llegaban cada día.
“Creo que, con el pasar del tiempo, entenderemos que las cifras solo van a aumentar”, señaló el doctor Steve Mitchell, director del Departamento de Medicina de Emergencias del Centro Médico Harborview, en Seattle.
“La experiencia me dice que habrá cifras mucho más grandes de las que podemos informar en este momento luego de hablar con colegas paramédicos que recibieron el doble de llamadas de ayuda ese día”, resaltó Mitchell.
Se reportaron 1,792 visitas a las salas de emergencias por casos relacionados a la ola de calor que azota esa zona desde el 25 de junio, según reportó el Departamento de Salud del estado de Washington. De esas visitas, el 21% requirió que las personas fueran admitidas en el hospital.
El día con mayor cantidad de ingresos a emergencias fue el lunes, con 702, de acuerdo con los datos proporcionados por el Departamento de Salud.
Ese mismo día fue el más caluroso en muchas áreas como en Seattle, que alcanzó los 108 grados Fahrenheit, mientras que, en Portland, la ciudad más grande de Oregon, registró 116 grados.
“Esta última emergencia de calor, cuando estábamos lidiando con ella, lo único comparable en Harborview y en la región que hemos experimentado recientemente fueron los primeros días de la pandemia de COVID-19”, resaltó Mitchell.
Los meteorólogos culparon a las temperaturas que subieron más de 30 grados por encima de lo normal a una “masa de aire caliente” que dejó un fuerte sistema de alta presión sobre la región. Las temperaturas se enfriaron considerablemente en el oeste de Washington y Oregón el martes, aunque una advertencia de calor todavía estaba vigente para partes del interior, noroeste y Canadá.
Los expertos aseguran que el clima cálido es un presagio de lo que vendrá a medida que el cambio climático afecte los patrones climáticos globales.
La extraordinaria ola de calor se extendió hasta más arriba de California, donde varios incendios forestales estallaron por el calor y la falta lluvias, lo que ha dificultado las tareas de los bomberos y miles de personas han sido expulsadas de sus casas en la montaña.