Los casos de miocarditis y pericarditis que se han registrado en algunos vacunados contra la COVID-19, principalmente jóvenes, han sido en general leves y han respondido bien a tratamientos convencionales tales cono antiinflamatorios, subrayó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los beneficios de las vacunas ARNm contra la COVID-19 compensan los riesgos, al reducir las hospitalizaciones y las muertes de personas infectadas de esa enfermedad”, aseguró un comunicado del Comité Asesor Global de Seguridad en las Vacunas de la OMS (GAVCS).
Los expertos del comité insistieron que los casos registrados son muy minoritarios: datos en Estados Unidos contabilizan 40,6 por cada millón de hombres de entre doce y veintinueve años vacunados, cifra que es aún menor en mujeres (4,2 por millón) y en personas mayores de treinta años (menos de 2,5 por millón).
Los casos han ocurrido principalmente en algunos de los pacientes que recibieron la segunda dosis de una vacuna ARNm, tecnología que utilizan sólo Pfizer-BioNTech y Moderna.
Pese a la naturaleza leve de los casos y su porcentaje minoritario, la OMS reconoce que la pericarditis y la miocarditis pueden en determinadas circunstancias “tener como consecuencia enfermedades graves”.
Por ello, recomienda a los vacunados que acudan al médico si experimentan síntomas que podrían indicar que sufren alguna de esas dos condiciones, tales como un dolor continuado en el pecho, dificultad al respirar o palpitaciones.
La organización con sede en Ginebra también pide a los profesionales de la salud que reporten todos los casos que observen en vacunados, con el fin de continuar rastreando posibles efectos secundarios durante la actual campaña global de inmunización.
EFE.