En el Seaview Hotel en Surfside, un gran salón de baile que alguna vez fue impersonal se ha convertido en un refugio, un espacio compartido de esperanza y dolor donde las familias en duelo se consuelan entre sí durante la agonizante espera por noticias de familiares atrapados dentro de un condominio derrumbado. edificio.
Dos veces al día, todos los días, durante más de dos semanas, los familiares de los 79 que fallecieron y los 61 que siguen desaparecidos se han acurrucado en la espaciosa habitación, una nueva rutina diaria impuesta sobre ellos por un desastre insondable.
Muchos miembros de esta pequeña comunidad forjada en la tragedia han comenzado a llegar temprano a las reuniones y a quedarse hasta tarde. Se quedan en pequeños grupos, hablando. Se abrazan, se traen agua y pañuelos. En los días en que la información es escasa, los rescatistas, incluidos los de otros países, circulan por la sala, ofreciendo información más detallada.
Las autoridades anunciaron el miércoles que cambiarían su misión de rescate a recuperación, pero no hay un plan para detener las reuniones informativas privadas para las familias, dijo Maggie Castro, una bombero y paramédico de Miami-Dade que mantiene a los familiares actualizados y ha forjado sus propias conexiones. con ellos.
“Obviamente, esta es una gran tragedia, pero si puedo encontrar algún tipo de punto brillante en todo esto, es estar con estas familias, ver sus emociones ir y venir y … verlas evolucionar a través de sus etapas y luego también verlos unirse ”, dijo Castro.
El esposo de Soriya Cohen, Brad Cohen, sigue desaparecido. Su cuñado Gary Cohen fue encontrado el jueves, y sus dos hijos están pidiendo a los rescatistas que busquen una línea de cuadrícula similar para encontrar a su padre.
“La comunidad derrama tanto amor”, dijo, recordando cómo los voluntarios la envolvieron en una manta, le llevaron comida y café en los primeros días después del colapso y “me rodearon de tanto apoyo emocional”.
Todavía tiene la manta, dijo en un mensaje de texto el viernes.
Rachel Spiegel, cuya madre, Judy, sigue desaparecida, dijo que ella, su padre y su hermano también han hecho conexiones con otras familias dentro de la habitación, pero no llegó a llamarlo reconfortante.
“No sé si lo definiría todavía como comodidad porque todavía no sabemos dónde está mi mamá. Ella todavía está desaparecida “.
Si bien se escucharon sollozos de fondo el miércoles por la noche cuando los funcionarios anunciaron que pasarían del rescate a la recuperación, frustrando en gran medida cualquier esperanza de sobrevivientes, algunas familias dijeron que no se sentirán diferentes hasta que tengan la última palabra sobre sus seres queridos.
“Es difícil de digerir”, dijo Spiegel en una llamada telefónica. “Mucha gente dijo que siente el cambio. Para nosotros, solo queremos encontrar a mi mamá y reunirnos con ella. Todavía esperamos lo mejor. Tendremos este cambio una vez que la encontremos y nos reunamos con ella “.
La familia Cohen dijo que no tener actualizaciones sobre Brad Cohen era angustioso.
“No creo que la terminología de rescate versus recuperación importe. Es semántica ”, dijo Soriya Cohen. “Encontrarán personas en cualquier estado en el que se encuentren, como se llame”.
Otras familias dijeron a los rescatistas que sintieron un sentido de finalidad una vez que los trabajadores comenzaron a buscar víctimas en lugar de sobrevivientes.
“Creo que ha habido una especie de cambio hacia la aceptación, pero también obviamente con eso viene algo de tristeza”, dijo Castro, y agregó que las familias están agotadas física y emocionalmente. “Han estado en muchas, muchas montañas rusas emocionales, simplemente tratando de mantenerse positivos y aguantar la espera”, dijo.
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